religión

La Diócesis de Burgos venera ya a sus nuevos beatos

La Catedral de Burgos ha acogido la beatificación de Valentín Palencia y sus cuatro discípulos, la primera de la diócesis burgalesa. Ha estado presidida por el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos de la Santa Sede, el cardenal Angelo Amato, quien ha acudido  a Burgos en representación del papa Francisco.

Redacción BurgosNoticias 
23/04/2016 - 14:00h.

 

Cuadro con Valentío Palencia y los cuatro compañeros mártires que han sido beatificados.
Cuadro con Valentín Palencia y los cuatro compañeros mártires que han sido beatificados.

La catedral de Burgos ha acogido, la beatificación de Valentín Palencia y sus cuatro discípulos Donato Rodríguez, Emilio Huidobro, Germán García y Zacarías Cuesta, y de esta forma ha sido la primera que se ha llevado a cabo en la milenaria historia de la diócesis. La ceremonia ha estado presidida por el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos de la Santa Sede, el cardenal Angelo Amato, quien ha acudido a Burgos en representación del papa Francisco.

El acto se ha desarrollado en el marco de una celebración eucarística a la que han asistido, entre otros, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, el cardenal Antonio María Rouco Varela, el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez Vegas, y el arzobispo emérito, Francisco Gil Hellín. También han estado presentes, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, el obispo de Ciudad Rodrigo, el burgalés Raúl Berzosa y el también burgalés y arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela,Francisco Pérez González.

Además han participado, los párrocos de las localidades natales de los nuevos beatos, así como sus alcaldes y algunos miembros de sus corporaciones municipales, al igual que los familiares de los mártires y numerosos fieles. Han animado el canto litúrgico la Coral Santa María y la escolanía de los Pueri Cantores de la catedral, la Schola Cantorum del Círculo Católico y la Coral de Suances.

El acto de la beatificación

Ha sido el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, ordinario de la diócesis donde se ha celebrado la beatificación y donde se ha instruido su causa, quien ha solicitado al papa Francisco "se digne inscribir en el número de los beatos a estos venerables siervos de Dios: Valentín Palencia Marquina, presbítero de esta diócesis, y a Donato, Germán, Zacarías y Emilio, jóvenes que sufrieron el martirio juntamente con él".

A continuación, el cardenal Amato ha dado lectura -en latín- a la carta apostólica firmada por el papa Francisco en la que el Santo Padre "concede" que los cinco burgaleses "sean llamados, de ahora en adelante, beatos, y que pueda celebrarse su fiesta, cada año, el día 15 del mes de enero, en los lugares y modos establecidos por el derecho, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

 

Cardenal Angelo Amato.
Cardenal Angelo Amato.

Ha sido entonces cuando la asamblea ha entonado el canto 'Christus Vincit' y se ha descubierto el cuadro de los nuevos beatos, pintado por el artista Cándido Pérez Palma. Acto seguido, unos diáconos han acercado hasta el altar algunos objetos pertenecientes a los mártires que han sido serán incensado por el representante del Santo Padre.

El rito de la beatificación ha concluido con unas palabras de agradecimiento de monseñor Herráez Vegas y la entrega de la carta apostólica del cardenal al arzobispo. A continuación, ha continuado la celebración eucarística con normalidad, en la que el cardenal ha pronunciado la homilía. En ella ha destacado la "belleza de la Catedral de Burgos y ha querido recordar la persecución religiosa que han sufrido numerosos mártires por divulgar la palabra de Dios". Tras la misa, la asamblea ha entonado 'el himno a los nuevos beatos'.

Culto en la diócesis

Con la ceremonia del hoy, los nuevos beatos podrán ser venerados públicamente en la diócesis y tendrán su propia fiesta litúrgica el 15 de enero. Habrá que esperar un milagro para que puedan ser declarados como "santos" y su culto se extienda así a toda la Iglesia universal. La distinción formal entre beato y santo, por tanto, no tiene que ver con su presencia en el cielo, sino con la difusión de su culto.

En la declaración de santidad o "canonización", el papa compromete su ministerio petrino y se pronuncia de manera segura para la fe católica, proponiendo a la Iglesia universal un culto público y legítimo hacia ese santo. De ahí que la futura ceremonia de canonización tenga que estar presidida por el Papa.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

--- patrocinados ---
Deja tu comentario
publicidad
publicidad


publicidad