Emprender con menos de 25 en Burgos: mucho más que fotos en El Encuadre Perfecto

Redacción BurgosNoticias 
19/07/2016 - 09:43h.

Abrir una empresa es difícil. Mucho. Pero si tienes menos de 25 años, la aventura es toda una montaña rusa. Sara Carrera y David Román son El Encuadre Perfecto, un pequeño estudio de fotografía que ya ha cumplido su primer año en activo.

Sin ninguna ayuda pública, se lanzaron a la piscina con mucha ilusión, únicamente la reducción en la tasa de autónomos: de dos años para Sara, gracias al programa de mujeres emprendedoras menores de 30 y de año y medio para David, como menor de 30. A través del asesoramiento de la Cámara de Comercio se dieron de alta en autónomos, crearon la sociedad y comenzaron los trámites, aunque reconocen que tuvieron que recurrir a un gestor externo.

Los comienzos son difíciles. "Ha sido duro", reconoce David, sobre todo "no saber si llegas a fin de mes", tener que buscar los clientes y no parar de pensar ideas para hacer visible su negocio, con una dificultad añadida: su estudio no está a pie de calle.

Internet y psicología

Su secreto: Internet y el boca a boca. "Tuvimos antes nuestro Facebook que la página web de la empresa". A base de subir y mostrar su trabajo fueron llegando a la gente, hasta que consiguieron crear su página web "sin conocimientos" al principio, pero con formación y mucho trabajo. "Lo que mejor funciona es Facebook. Hacemos campañas, tanto pagadas como por nuestra cuenta según el contenido de 'la temporada'. Por ejemplo, no ponemos un contenido de comuniones en los meses de verano porque la gente se olvida para cuando vuelven a necesitar los servicios".

El trabajo en redes sociales es muy importante en los nuevos negocios. El Encuadre Perfecto está presente en Facebook e Instagram y recientemente han abierto su canal de Youtube para subir vídeos con su trabajo. Curiosamente, y en contra de lo que hace años era obligatorio, no están en Twitter: "no es nuestro público objetivo, es más para famosos y personas conocidas. Nuestro público usa mucho Instagram, pero mucho más Facebook".

Interior del estudio

No buscan comentarios, "Facebook es nuestro escaparate" con el que puedes "educar al cliente". "No buscamos respuestas, el feedback es un arma de doble filo". Este trabajo en redes sociales es fundamental al no tener un local a pie de calle. "Internet trae clientes potenciales ya interesados en tu trabajo, funciona como un filtro", coinciden Sara y Román. No es algo común que un estudio fotográfico esté en un primer piso, pero supone casi una ventaja: les permite dedicar un mayor tiempo a los detalles, la formación y el cuidado en el trato al cliente. Como señala David, al no tener que atender clientes 'de paso' que piden revelados, fotos de carné o accesorios de fotografía, puedes tener un trato más personalizado y tranquilo. Sin embargo, el tener un estudio físico es fundamental, porque "generas confianza".

Sara insiste en un punto clave: la formación continua es importantísima en este negocio. "Nos inspiramos en fotógrafos extranjeros, pero nunca copiamos. Buscamos innovar siempre que podemos, más allá de la foto de estudio con fondo negro o blanco. Salimos a exteriores siempre que podemos, aunque en invierno es imposible. A eso me refiero con educar al cliente" añade Sara, "el cliente quiere lo que le enseñas. Si le muestras fotos de interiores en invierno, van a preguntar por ese tipo de foto".

La especialización es otro punto clave en los nuevos negocios. Uno de sus trabajos más rentables (bodas aparte, aclaran) son los bebés recién nacidos. "Los padres sacan fotos a sus hijos hasta la comunión", pero aclaran que no hay muchos fotógrafos que se especialicen en niños tan pequeños. "Nos formamos continuamente" reconoce Sara "pero no sólo en fotografía. Estudiamos psicología para saber tratar a los niños, pero también a las madres, seguridad para los pequeños, cómo hacerles posar..." todo un proceso de formación que, dicen, no buscan en cursos o universidades sino en congresos profesionales y talleres muy concretos. "Estudiar es fundamental. Hace avanzar el nivel del estudio, pero también el de la ciudad. Nadie quiere quedarse atrás". Esta formación la completan con elementos de SEO (posicionamiento web) y marketing. Ya no vale sólo con sacar buenas fotos.

"Nos gusta hacerlo todo nosotros"

De la necesidad, valor. "Nos gusta hacerlo todo nosotros": Aunque al principio era por necesidad, reconocen que ahora es parte del producto: desde la edición de la fotografía al empaquetado con ese estilo 'kraft' tan de moda, todo es artesanal. "Intentamos cuidar desde la primera cita con el cliente hasta el momento de la entrega de las fotos, aunque muchas veces no se valora". "Hace el producto más personal y exclusivo", concluye Sara.

Han empezado desde cero y hoy, un año después, están más cerca de su sueño: "vivir de la fotografía". El negocio ha arrancado, pero queda mucho camino por andar. "La curva de crecimiento en este tipo de negocio es más lenta, pero el tiempo que no empleas en el modelo tradicional lo ganas en atención y libertad.