CONVENIOS MUNICIPALES
Las Asociaciones Betania y Ain Karem reciben 72.000 euros de aportación municipal
El Ayuntamiento de Burgos ha incrementado el dinero que destina a estas dos Asociaciones que ayudan a mujeres vinculadas con el mundo de la prostitución y a madres embarazadas con problemas familiares.
07/09/2016 - 12:56h.
El Ayuntamiento de Burgos ha firmado dos convenios municipales de apoyo a las mujeres con las asociaciones Betania y Ain Karem que gestiona Cáritas, que se destinarán a ayudar a que las mujeres que se dedican a la prostitución dejen de hacerlo, y a mujeres embarazadas que se encuentran atravesando situaciones familiares complicadas.
Estos dos convenios cuentan con un presupuesto municipal de 72.000 euros y han visto incrementada su aportación económica en 10.000 euros con respecto al ejercicio anterior, según ha detallado el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle.
El regidor local ha apuntado que estos convenios firmados se sustancian después de un acuerdo plenario al que llegaron todos los grupos municipales, y demuestran la especial sensibilidad que tiene la Corporación con estos colectivos de mujeres afectadas.
Por su parte, la representante de la Comunidad de Adoratrices que gestiona el programa Betania, Consuelo Rojo ha señalado que es difícil llegar a todas las mujeres que se dedican a la prostitución, ya que son personas a menudo estigmatizadas que sufren en persona y cuyo dolor también afecta sus hijos, en caso de tenerlos.
En este sentido, Rojo ha manifestado que el año pasado Betania atendió a 408 mujeres, de las cuales 96 necesitaron un trabajo de seguimiento, mientras que Cáritas atendió a 26 madres embarazadas.
Consuelo Rojo ha señalado que estas cifras son sólo la punta de iceberg, al tiempo que ha aseverado que la Asociación ha detectado en los últimos tiempos, nuevas formas de establecer los contactos sexuales en los pisos de una forma más clandestina, mientras que el ejercicio de la prostitución en los clubes ha descendido.
En cuanto al perfil de las mujeres que ejercen la prostitución, Consuelo Rojo ha aseverado que se detectan dos grupos. Las mayores de 35 años que empezaron en este mundo antes de la crisis y que han dejado o retomado la actividad en diferentes períodos, y las menores de 30 años más vinculadas a la trata y al tráfico de personas.
Por lo que respecta a la Asociación Ain Karem de Cáritas, sus representantes han señalado que se trabaja con mujeres embarazadas que padecen situaciones complicadas y que no tienen acceso al mundo laboral.
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