radares y controles
Los WhatsApp del tráfico, 'aliados' para conductores y peligrosos para las autoridades
Desde su puesta en marcha hace casi un lustro, los grupos de WhatsApp o Telegram dirigidos a advertir a los conductores de los diferentes controles de tráfico establecidos por las autoridades han generado mucho debate. Existe una amplia red de informadores sobre la posición de los radares y controles. Las autoridades niegan que estas prácticas sean motivo de multa, aunque insisten en que se trata de una práctica peligrosa.
13/03/2017 - 11:27h.
Hace casi cinco años que empezaron a utilizarse las aplicaciones de mensajería instantánea para advertir de la presencia de controles en las carreteras. Los controles de velocidad, de alcohol, de drogas y los accidentes que generan cortes o alteraciones de tráfico son habituales en los grupos de WhatsApp o Telegram, entre otros, y en redes sociales como Twitter o Facebook. En Burgos, por ejemplo, Radar Burgos tiene cada día miles de personas utilizan sus medios para informarse sobre las incidencias del tráfico.
La pregunta que siempre se hace cada usuario es: "¿Pueden multarme por avisar de los radares y controles de tráfico?". Las autoridades niegan que estas prácticas sean motivo de multa. Eso sí, en este sentido explican que existe una diferencia sustancial entre quienes desvelan dónde se van a ubicar futuros radares y quienes envían información sobre un control o radar que ya se han encontrado. La primera acción sí es motivo de sanción, la segunda no.
Lo que parece evidente es que estos grupos de mensajería instantánea y las redes sociales se han convertido en el aliado perfecto de aquellos conductores que prefieren no encontrarse con las autoridades. Eso sí, tiene la doble lectura de la que también se hace eco la Policía Nacional en sus redes sociales: "Si te encuentras un control policial no avises en redes sociales ni publiques su ubicación. Estamos para garantizar la seguridad de todos".
De esta forma, y por ahora, no existen sanciones concretas ante esta situación, aunque no se descarta que las autoridades se vean obligadas a modificar el Reglamento General de Circulación y la Ley de Seguridad Vial para poder perseguir esta conducta que consideran "peligrosa".