Madrugar menos podría mejorar el rendimiento para los universitarios

Madrugar para ir a clase puede ser contraproducente para los universitarios, según la última investigación de la Universidad de Nevada. Científicos han realizado un estudio analizando los patrones y comportamientos de 200 estudiantes y las conclusiones son que las primeras clases, que comienzan sobre las 9 horas de la mañana, deberían impartirse más tarde para que fueran más productivas.

De hecho, los expertos creen que madrugar puede influir negativamente en el reloj biológico de los jóvenes, según recoge Universia del estudio, por lo que recomiendan a los centros de todo el mundo que varíen su rutina para que las lecciones comiencen sobre las 11 horas de la mañana ya que antes los universitarios no rinden adecuadamente.

De esta manera, según Paul Kelley, miembro de la Open University, y como recoge Universia, "los estudiantes obtienen mejores resultados si su tiempo de estudio se alinea con su ritmo personal y coincide con en el momento del día en que son más eficaces".

Más allá de esto, la investigación también recoge que el madrugar está ligado al aumento de los problemas de salud mental que experimentan los estudiantes, especialmente debidos a los cambios biológicos en la pubertad que, a su vez, también varían los tiempos del sueño, cuyo ritmo no se estabiliza hasta los cumplir los 20 años.

Este hecho ya se comprobó de manera práctica en el Monkseaton High School en North Tyneside. Después de una tesis sobre ello, los investigadores cambiaron las clases de sus alumnos para que comenzaran a las 10 en lugar de a las 8:50 horas y en poco tiempo los alumnos consiguieron mejorar sus resultados, pasando el centro de tener el 34% al 50 de estudiantes excelentes.

Los científicos, para finalizar, destacan la importancia del sueño, ya que los estudiantes que no descansan debidamente son más propensos a bajar el rendimiento y a sufrir obesidad, depresión y drogodependencia.

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