REPORTAJE

Acúfenos: qué son y cómo se tratan

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Redacción BurgosNoticias 
15/02/2018 - 19:51h.

Los acúfenos (también conocidos como tinnitus) son molestos pitidos (a veces, aparecen como zumbidos) que de una manera, más o menos intensa,afectan hasta al 10% de la población española, tal y como informan desde el Grupo Empresarial Audiológico. Suelen estar más presentes en la población de entre los 50 y los 60 años porque se suelen asociar a una pérdida auditiva, pero pueden aparecer a cualquier persona a lo largo de su vida. Lo más aconsejable cuando ocurre algo así es acudir lo antes posible al otorrinolaringólo para que éste lleve a cabo una exploración, pueda ofrecer un diagnóstico y, por lo tanto, un tratamiento.

Lo que sí que hay que tener presente cuando se habla de acúfenos es que ellos, como tales, no representan una enfermedad en sí sino que son, más bien, un síntoma. Pese a que la pérdida de audición es uno de sus detonantes más comunes, no es el único. Aún así, se puede decir que hasta un 87% de las personas que cuentan con acúfenos también tienen una cierta pérdida de audición.

Tratamiento ante los acúfenos (tinnitus)

1. Tratamiento de andulación. Se trata de un tratamiento que combina un total de tres técnicas naturales. Por un lado, vibraciones específicas. Por otro, calor por infrarrojos. Y, por último, una estudiada ergonomía en la posición del paciente. Una de las cosas más interesantes de emplear este método es que no es nada invasivo y no se requiere de ningún tipo de fármaco. El paciente, además de contar con un alivio frente a la tinnitus, también notará que acaba las sesiones mucho más relajado, tanto en el plano físico como psíquico.

2. Terapias sonoras. La idea con esto es reentrenar el acúfeno y se utilizan tanto cuando hay pérdida de audición como cuando no. Aunque los profesionales señalan que todavía no hay ningún estudio que avale este método, lo cierto es que muchos pacientes dicen notar mejoría. Lo que se consigue, en realidad, no es que el acúfeno en sí desaparezca sino que el paciente se acostumbre tanto a él que acabe por no prestarle atención y, por lo tanto, que no le resulte tan molesto.

3. Fármacos. Lo ideal es emplearlos de forma puntual. Por ejemplo, cuando el acúfeno tiene su origen en un accidente es habitual que se receten corticoides para un tiempo específico. También es cierto que los acúfenos pueden llevar a situaciones muy extremas porque no dejan que la persona logre desconectar a lo largo del día e, incluso, dificulta el sueño. En estos casos, se pueden llegar a recetar antidepresivos o sedantes.

4. Formas de relajación. Efectivamente, un acúfeno puede llevar a una persona a un extremo y mantener la calma será fundamental. Para esto hay diferentes opciones y técnicas y cada uno ha de averiguar cuál es la que le resulta más efectiva. A veces, sólo con aprender a respirar de manera correcta, meditar o hacer algo de yoga, se conseguirá una cierta mejora.

5. Otras medidas. Es muy importante ponerse en manos expertas en cuanto que se perciben este tipo de molestias. Por norma general, se llevarán a cabo perfusiones de principios activos que tienen como objetivo mejorar la circulación sanguínea. En el caso de que el acúfeno tenga su origen en una inflamación se optará por la cortisona. Si ninguna de estas medidas da resultados se suele aplicar una terapia aeróbica hiperbárica. Con ella lo que se logra es crear algo parecido a una cámara de presión en el mismo oído.

Tipos de acúfenos

Se puede decir que existen dos tipos de acúfenos bien diferenciados:

  • Objetivos: Estos tienen lugar cuando la persona en cuestión que sufre de acúfenos está escuchando un sonido que proviene de su mismo organismo (como puede ser el latido del corazón) Este tipo de acúfenos suelen representar alrededor del 5% del total.
  • Subjetivos: El otro 95% no cuenta con ninguna fuente sonora a la que achacar ese sonido, ni externa ni interna, pero pueden ser igualmente molestos y hasta incapacitantes.

Cómo detectar los acúfenos

Su rasgo más distintivo es, lógicamente, el ruido que producen. Más allá de esto, las personas que padecen de acúfenos suelen tener también ciertos dolores punzantes en determinadas zonas de la cabeza y de la nuca.

Por supuesto, también se suelen ver afectados los ciclos del sueño, la concentración y se presenta una tendencia mayor a la depresión o a la angustia.

Con todo esto se puede concluir que, pese a no ser una enfermedad como tal, la vida de una persona con acúfenos (o tinnitus) se puede ver seriamente perjudicada.

Y, aunque no curan este problema sí que se puede asegurar que tanto la psicoterapia como el practicar deporte con regularidad ayudan a sobrellevar los acúfenos porque, cuanto menos, el organismo y la mente acaban por estar algo más relajados y la situación se hace más llevadera.

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