INCENDIO

La Junta limpia la zona quemada del incendio del monte de Cornudilla para su regeneración natural

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Estado del monte tras el incendio.

La Administración Regional comenzó en septiembre los trabajos con una limpieza urgente de los restos vegetales que quedaron tras el incendio.

Redacción BurgosNoticias 
20/11/2015 - 11:10h.

El 19 de julio un incendio arrasó durante varios días algo más de 200 hectáreas de monte en el Parque Natural de Montes Obarenes- San Zadornil de la provincia de Burgos. El pueblo más afectado fue Cornudilla, en concreto el monte de utilidad pública nº 80 conocido como "La Sierra", arbolado por un pinar adulto resinero en mezcla con quejigo y encina, del que se quemó el 75% de su superficie. También, aunque en menor medida, se vieron afectados la Parte de Bureba y Pino de Bureba. Desde septiembre, la Junta está realizando labores de limpieza para su regeneración natural y evitar plagas.

El problema más complicado que se planteó es que había que extraer los árboles quemados lo más rápidamente posible de forma que cuando los mecanismos naturales de regeneración empezasen a actuar, (germinación de las semillas o rebrotes), no existieran impedimentos físicos a su desarrollo. Lo deseable es que toda la biomasa quemada esté fuera del monte al llegar la primavera, si las condiciones meteorológicas lo permiten. Para entonces, el suelo removido por el arrastre de los árboles es un suelo listo para acoger con éxito la germinación de la semilla que ya está en el suelo y las cepas de quercíneas (libres ya de sus troncos muertos) empiezan a crecer sin impedimentos.

El problema más complicado que se planteó es que había que extraer los árboles quemados lo más rápidamente posible

El bosque mediterráneo está adaptado al fuego y cuenta con poderosos mecanismos que le facilitan la recuperación tras un incendio. La encina y el quejigo rebrotan intensamente y el pino resinero tiene piñas que se abren bruscamente ante un incendio y diseminan las semillas por todo el territorio afectado.

Si las operaciones de saca se retrasan, se tendría que arrastrar los pinos sobre zonas con semilla germinada abortando su implantación natural. En el caso de la encina y el quejigo, esperar supone generar daños con la maquinaria a los brotes recién salidos.

Consciente de la necesidad de abordar cuanto antes los trabajos de limpieza, la Junta Administrativa de Cornudilla solicitó a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente la utilización de la Empresa Pública SOMACYL para que iniciara de inmediato las labores de extracción, con la dirección técnica del personal del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos.

Maquinaría moderna

En los trabajos de limpieza, que comenzaron en septiembre, se ha utilizado la tecnología más moderna en maquinaria para este tipo de operaciones. Para la extracción de la biomasa de encina y quejigo se está empleando una retroexcavadora de cadenas con un cabezal de corte tipo "cizalla" en las zonas de mayor pendiente y en las zonas sin limitaciones por pendiente una taladora de disco. Ambas van dejando la biomasa apilada en cordones para que un autocargador especial adaptado para estos restos la recoja y la apile en las zonas acondicionadas para su astillado 'in situ', mediante una astilladora montada sobre camión. El pino se ha cortado con una procesadora y su saca se está realizando con un autocargador apilando la madera en las zonas habilitadas para ello, zonas en las que se produce la clasificación de productos y la medición de volúmenes cortados.

En las operaciones de corta de pinar se están respetando, salteados en la superficie quemada, algunos árboles de entre 25 y 30 cm de diámetro de tronco, que aunque quemados y muertos pueden servir de atalayas o posaderos para que las rapaces diurnas y nocturnas puedan controlar eficazmente posibles plagas de roedores favorecidas para la drástica modificación de las condiciones naturales del medio. Estos árboles seleccionados como atalayas se cortan a unos 4 metros de altura y quedan en pie.

Del mismo modo, los árboles aislados o en bosquetes que no se han quemado y mantiene la copa verde se conservan por su importante papel como fuentes semilleras de cara a la regeneración natural del monte.

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