CAMPAÑA

Arqueólogos estudian varios campamentos militares romanos en el Odra-Pisuerga

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El Cerro Castarreño (Sasamón, Burgos) | J. M. Costa

Los yacimientos fueron descubiertos y son estudiados ahora mediante métodos innovadores y tecnologías de teledetección como la fotografía aérea, satélite y modelos 3D.

Redacción BurgosNoticias 
16/08/2017 - 17:30h.

Un equipo de arqueólogos estudia varias fortificaciones militares posiblemente relacionadas con las Guerras Cántabras cerca de las localidades de Sasamón y Olmillos de Sasamón (Burgos), en la comarca del Odra-Pisuerga. Una de estas fortificaciones presenta una planta en forma de naipe, alcanza casi las 8 hectáreas de extensión (algo más de 10 campos de fútbol) y pudo acoger a un contingente expedicionario del tamaño de varios miles de soldados que participase en el proceso de conquista y control de los territorios situados en la Meseta Norte y Cantabria.

El hallazgo había sido dado a conocer hace algunos años en varias publicaciones científicas por François Didierjean y Jose Antonio Abásolo, entre otros investigadores, pero no sería hasta ahora que un equipo arqueológico internacional formado por profesionales de las universidades de Edinburgh (Reino Unido), Santiago de Compostela (España), Leiden (Holanda) y Marburg (Alemania), así como por el Instituto de Ciencias del Patrimonio- CSIC, el que desarrollase un proyecto arqueológico para su estudio. El análisis de estas estructuras permitirá comprender mejor los inicios de la romanización del territorio burgalés.

Apenas reconocible en superficie

El equipo de trabajo en Carrecastro (Sasamón, Burgos) | José Manuel Costa
El equipo de trabajo en Carrecastro (Sasamón, Burgos) | José Manuel Costa

Los investigadores estiman que se trata de un tipo de fortificación de uso temporal, de las que los romanos denominaban castra aestiua. Por su tamaño, estaría destinado a un cuerpo militar de entre 3500-45000 soldados, que vivirían en él durante un breve período de tiempo (entre un día y varias semanas), cuando se encontraban en campaña. Es por eso que los restos visibles sobre la superficie son apenas perceptibles y es necesario el uso de tecnologías innovadoras de análisis y reconocimiento que están revolucionando el conocimiento que tenemos de las Guerras Cántabras y la presencia militar romana en el norte de la península Ibérica.

Para estudiar mejor las estructuras situadas en el área de Carrecastro, se han utilizado fotografías aéreas modernas y antiguas en color y en infrarrojo, imágenes satelitales y reconstrucciones 3D del territorio a partir de datos LIDAR. En los próximos días se usarán además, otras técnicas novedosas como la prospección por magnetometría o la generación de cartografías a partir de fotografías tomadas por drones.

La campaña cuenta con financiación de la Leverhulme Foundation  del Reino Unido con la participación y apoyo del ayuntamiento de Sasamón, Adeco-Camino y la Diputación Burgos.

Más protagonismo de la comarca del Odra-Pisuerga en el proceso de conquista

Para determinar el momento preciso de ocupación de las estructuras de Carrecastro es necesario realizar prospecciones o excavaciones arqueológicas sobre el terreno. No obstante, los autores barajan –sin despreciar por el momento otras interpretaciones– una probable vinculación de este enclave con la última fase de conquista romana de la península Ibérica hace 2.000 años.

Autores grecolatinos como Floro y Orosio mencionan que el mismo emperador Augusto asentó su base militar de operaciones en las proximidades de Segisama-Sasamón en el año 26-25 a. C., justo antes de emprender su ofensiva contra los Cántabros. Muy posiblemente, dicha Segisama se corresponda con el Cerro Castarreño, donde se conoce la existencia de un poblado prerromano.

La localización de las estructuras de Carrecastro reforzaría el protagonismo de la comarca del Odra-Pisuerga en el proceso que culminó con la conquista y dominación romana de los territorios norteños. Las campañas militares se extenderían hasta el año 19 a.C. y darían paso a un proceso de reorganización de todo el noroeste peninsular. La región de Odra-Pisuerga no sería ajena a este hecho, y así puede atestiguarse la creación de nuevas vías y otras infraestructuras, la fundación de núcleos de población como el que se encuentra bajo la moderna Sasamón o el asentamiento de bases militares más permanentes, caso de la fortaleza legionaria de Herrera de Pisuerga (Palencia).

En este sentido, los recintos de Carrecastro suponen un nuevo hito para las investigaciones arqueológicas en la provincia de Burgos, pues se incorpora a una lista de campamentos romanos de campaña localizados tanto el sector central de la Cordillera Cantábrica como y sus vertientes más occidentales, que se corresponderían con las menciones a los cántabros y ástures recogidas en las fuentes literarias antiguas.

Romanarmy.eu, una iniciativa pionera

A través de una iniciativa pionera centralizada en la web romanarmy.eu y en las redes sociales vinculadas, varios jóvenes investigadores están llevando a cabo una tarea de difusión y visibilización de los nuevos hallazgos y análisis sobre las evidencias militares romanas presentes en el Noroeste ibérico y la reconstrucción del proceso de conquista, más de dos mil años después del fin de las operaciones militares.

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