literatura

Un libro repasa la llegada de los Benedictinos al Monasterio de Silos a finales del siglo XIX

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Redacción BurgosNoticias 
14/12/2017 - 13:52h.

El 29 de marzo de 1880, el Gobierno francés promulgó una serie de decretos por los cuales las comunidades religiosas fueron obligadas a a salir del país y buscar nuevos asentamientos donde continuar su vida. Alphonse Guépin, del Monasterio de San Pedro de Solemes, situado al noroeste del país galo, se vino a España en busca de un nuevo emplazamiento para su comunidad, y visitando los monasterios de Oña, Cardeña, San Juan de Ortega o el de Silos.

Finalmente, los monjes benedictinos decidieron a finales de 1880 instalarse en el Monasterio de Santo Domingo de Silos, donde vivían únicamente dos personas, según ha quedado recogido en las cartas de Alphonse Guépin, del que este 2017 se cumplen cien años de su muerte, según ha recordado el abad del Monasterio, Lorenzo Maté.

Estos nuevos inquilinos renovaron por completo el Monasterio y se instalaron hasta nuestros días, manteniendo una comunidad muy conocida a nivel nacional e internacional.

De los siete monjes que llegaron en 1880, en la actualidad hay cerca de una treintena, aunque varios de ellos viven fuera, bien en Roma, en otros Monasterios o estudiando en Burgos. Estos números están lejos de los mejores registros, que datan de mediados del siglo pasado.

Se han editado cerca de 2.000 volúmenes, que se encuentran a disposición de los interesados en el propio Monasterio, con cerca de 50 cartas de Alphonse Guépin.

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