El San Pablo huye de confianzas y quiere sentenciar a Breogán

Redacción BurgosNoticias 
25/05/2017 - 19:43h.

Imagen|Breogán Lugo.

El San Pablo Inmobiliaria Burgos vuelve a su casa, con los suyos, después de haber hecho muy bien los deberes en Lugo, garantizándose primero el factor cancha y desequilibrando la serie después. Dos victorias que han dejado esta semifinal del 'playoff' de ascenso a la Liga Endesa notablemente desequilibrada en favor de burgaleses.

Así las cosas, los azules disponen de una red de seguridad. Sin embargo, los hombres dirigidos por Diego Epifanio 'Epi' no quieren alargar la serie más de lo necesario y saldrán este viernes como si del quinto partido se tratase.

El objetivo es igualar la mentalidad de subsistencia con la que llegará el Cafés Candelas Breogán. Los gallegos, que se vieron sorprendidos en dos ocasiones en su Pazo Provincial dos Deportes, están contra las cuerdas y se aferrarán a ese hilo de esperanza que dejó el último cuarto del segundo partido de la semifinal, en el que pusieron en verdaderos apuros a los burgaleses y llegaron a forzar la prórroga. Además, después de haber podido "descansar" durante unos días sin partidos, los lucenses buscarán aprovecharse de su pegada para generar dudas entre la plantilla local, en estos momentos desbordada de confianza.

En cuanto a lo físico, ambos equipos se presentan a esta cita sin más problemas que las típicas dolencias que generan el exceso de partidos disputados. Además, por parte del San Pablo Inmobiliaria, superados los problemas generados por un virus que afectaron a Javi Vega, Edu Martínez y Alex Barrera, la plantilla al completo se encuentra a disposición de la estrategia planteada por 'Epi'.

En este sentido, el técnico de los gallegos, Natxo Lezcano, tratará de potenciar las virtudes de su equipo, buscando nuevos sistemas que no dejen a los locales imponer ese ritmo de correr y lanzar en el que se sienten tan cómodos.

Solo queda desear que el San Pablo Inmobiliaria cierre la serie por la vía rápida, lo haga sin lesiones y, sobre todo, arropado por su afición, que se ha convertido en un talismán para teñir de azul no solo El Plantío, sino toda la competición.