Del 1 al 7 de agosto

VI Jornadas de Voluntariado para recuperar el Monasterio de Santa María de Rioseco

El Monasterio de Santa María de Rioseco se prepara para las VI Jornadas de Voluntariado que, un año más, se celebran la primera semana de agosto. Los días de trabajo serán del lunes 1 al sábado 6 de agosto mientras que el domingo 7 será una jornada de descanso y fiesta.

Redacción BurgosNoticias 
29/07/2016 - 13:12h.

150 voluntarios se juntaron el año pasado para seguir con las tareas de mantenimiento del Monasterio de Santa María de Rioseco, unas jornadas que se centraron en la traída del agua y en pequeñas obras de arreglo y consolidación de muros.

Otra de las tareas que se comenzó en las pasadas jornadas y que se continuará en las de este año es una cata arqueológica de la mano de Silvia Pascual en la que, explica el párroco de Rioseco Juan Miguel Gutiérrez, se descubrieron los cimientos del claustro de la hospedería. La tarea de este año es continuar con esa cata arqueológica así como abrir una nueva en el refectorio, del que solo quedan sus cimientos matiza Juan Miguel.

Además de estos estudios arqueológicos, el trabajo de los voluntarios irá dirigido al desbroce y limpieza tanto en exteriores como en el interior, así como a finalizar el suelo de la Sala Capitular y la pintura de los muros.

El párroco de Rioseco, aunque espera que el volumen de voluntarios de este año ronde la cifra del año pasado, admite que "todo lo que sea superar la cifra de 100 voluntarios es una maravilla". Matiza, además, que la labor de voluntariado no solo consiste en estar trabajando y que hay que reconocer el esfuerzo de la gente que ayuda de otras formas.

Para todo aquel que quiera visitar el monasterio y ver todos los avances que se han hecho a lo largo de estos 6 años, existe un horario de visitas. En este periodo estival, y hasta el 15 de septiembre, Santa María de Rioseco se puede visitar todos los días de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas con visitas guiadas en las horas en punto. Juan Miguel califica la visita como una forma de "ver el esqueleto de la historia y del arte" enmarcado en un "monasterio diferente".

El trabajo de los voluntarios se verá recompensado el domingo 7 de agosto con un día de fiesta y descanso. Juan Miguel explica que es una "fiesta muy familiar" con actividades variadas: talleres y una gymkana para los más pequeños, una paellada o actuaciones de la mano de la Coral de Durango o del Grupo de Danzas de Villarcayo.

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