RUTAS CASTILLA Y LEÓN

Ávila, año teresiano

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La diócesis de Ávila, en colaboración con la Diputación abulense, ha diseñado nuevas rutas teresianas de peregrinación que transcurren por esta provincia castellana en el marco de la celebración del primer Año Jubilar Teresiano.

Redacción BurgosNoticias 
07/06/2018 - 11:18h.

Además de la ya existente entre Alba de Tormes y Ávila (que se inauguró con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa), se han abierto ahora tres nuevos caminos que atraviesan diferentes localidades que están relacionadas con la vida de la mística abulense.

El objetivo principal de estas nuevas sendas de peregrinación es que quienes realicen su recorrido puedan obtener la indulgencia plenaria. En el decreto de concesión del Año Jubilar Teresiano se señala que se podrá conseguir dicho Jubileo "cualquier día del año, siempre que se peregrine al menos 100 kilómetros a pie o a caballo, o 200 en bicicleta, hasta cualquiera de los templos jubilares de la ciudad de Ávila". El recorrido siempre se realizará en diferentes etapas, hasta completar los kilómetros previstos.

Pero además de poder conseguir el Jubileo, los peregrinos podrán disfrutar de un destacado patrimonio cultural y un innegable valor paisajístico de la provincia de Ávila.

Estas cuatro rutas ofrecerán al peregrino un importante enriquecimiento espiritual. No nos olvidemos de que un cristiano no es tal si no se pone en camino, en marcha hacia el Señor. Además, esta metáfora del camino es muy importante para la propia santa Teresa, hasta el punto de titular así una de sus obras más conocidas.

Ruta Teresiana 1 - De la cuna al sepulcro

Esta ruta nació con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, y une los dos lugares más significativos de la vida de la Santa: el lugar de su nacimiento (Ávila) y el de su muerte (Alba de Tormes). Desde su inicio hasta ahora, se cuentan por cientos las personas que han recorrido este itinerario, que promueven las Diputaciones de Ávila y Salamanca, y que gestiona la Asociación "De la cuna al sepulcro".

Teresa de Jesús nació en Ávila y allí pasó la mayor parte de su vida, comenzó la Reforma del Carmelo, y escribió el Libro de la Vida, el Camino de Perfección y terminó Las Moradas. En Alba de Tormes, fundó su octavo convento en 1571, y allí volvió en otoño de 1582, enferma de muerte, para terminar su camino en la tierra. Este itinerario une estos dos lugares fundamentales a través de otros sitios teresianos y sanjuanistas, relativos a San Juan de la Cruz:

  • Gotarrendura, donde se casaron los padres de Teresa y donde Teresa pasó temporadas de su infancia y juventud.
    Fontiveros, donde nació San Juan de la Cruz y donde están enterrados su padre y uno de sus hermanos.
    Duruelo, donde San Juan de la Cruz y fray Antonio de Jesús, bajo la indicación de Santa Teresa, fundaron el primer convento de carmelitas descalzos.
    Mancera, donde se trasladó aquella primera fundación de frailes.

Esta ruta coincide en varios tramos con las que siguió Teresa yendo a la fundación de Valladolid en 1568, en sus viajes a Salamanca (1570, 1571, 1573), y en su último viaje, en septiembre de 1582, a Alba de Tormes.

También nos ofrece la oportunidad de visitar los conventos de carmelitas descalzas de Mancera y Duruelo, fundados (1944 y 1947, respectivamente) por Santa Maravillas de Jesús (1891-1974). Y el de Peñaranda de Bracamonte, con su museo de arte napolitano. En el terreno artístico, son destacables también otras iglesias de este recorrido, como las de Cardeñosa, Fontiveros, Narros del Castillo...

Esta ruta invita a contemplar los paisajes en que se forjaron las vidas de Teresa y Juan de la Cruz.

Ruta Teresiana 2 - Ruta de la salud

En la primavera de 1539, una joven Teresa llegaba a la localidad junto con su familia en busca de remedios para su delicada salud. Los médicos ya no sabían qué hacer con aquella extraña enfermedad, y deciden llevarla con una conocida curandera para que la aliviara de todos sus males. Aquella estancia supondría el punto de partida de sus experiencias vitales, pues experimentó un cambio espiritual significativo.

Por aquel entonces Becedas era un pueblo de arrieros y de gente emprendedora, que aprovechaba la corriente del río Becedillas para trabajar la industria de molinos y batanes.

Allí conoce al sacerdote del lugar, quien le confiesa estar en pecado carnal con otra mujer. Teresa y sus enseñanzas serán claves en la conversión de este clérigo, quien se vio maravillado por la forma en la que aquella joven hablaba de Dios.

Pero los tratamientos de la curandera no hacen sino empeorar su salud. Aún así agradece a Dios su sufrimiento: "...tengo por gran merced del Señor la paciencia que Su Majestad me dio, que se veía claro venir de Él" (V 5,5).

Su padre decide llevarla de regreso a Ávila, donde cae en un profundo coma. Llegan a prepararle su tumba y a celebrar un funeral, aunque recobra la conciencia.

Esta ruta consta de 120 km y atraviesa una docena de municipios desde Becedas hasta Ávila, pasando por El Barco de Ávila, Piedrahíta, Mesegar de Corneja, Bonilla de la Sierra, Villanueva del Campillo, Vadillo de la Sierra, San Juan del Olmo, Ortigosa (Manjabálago), Muñico, Chamartín y Martiherrero. Entre ellos, se encuentran tres municipios que cuentan con la declaración de Conjunto Histórico o están en vías de obtenerla, como El Barco, Piedrahíta y Bonilla, pero también se localizan conjuntos arqueológicos como La Mesa de Miranda, en Chamartín.

Algunos de los monumentos que se pueden ver en estos lugares:

  • Iglesia de Bonilla de la Sierra: Esta villa de marcado carácter medieval está declarada conjunto histórico monumental. Muchos la llaman "el asombro del viajero". En 1224 el papa Honorio III se la concedió al obispo de Ávila, y desde entonces pasó a ser cabeza de un señorío eclesiástico, perteneciente a los obispos abulenses. Aquí residieron durante mucho tiempo algunos de ellos; aquí se celebró, en julio de 1384, el sínodo presidido por el obispo Diego de los Roeles, en que se aprobaron las Constituciones sinodales del obispado; aquí escribió y murió el obispo Alonso de Madrigal "El Tostado".
  • Conjunto arqueológico de La Mesa de Miranda (Chamartín): Cerca ya del final de la peregrinación, a 22 km de Ávila, se encuentra este castro celta, con una superficie aproximada de 30 Ha. Es un cerro plano, una mesa, desde la que se accede fácilmente tanto a los pastizales y encinares de la sierra como a las tierras de cultivo de la llanura. El asentamiento está formado por tres recintos. El primero, denominado Castillo Bajero, está protegido por una muralla de 1.300 m de longitud, defensa que se complementa, por el sur, lugar de más fácil acceso, con un foso y un campo de piedras hincadas para dificultar posibles ataques del exterior. El segundo, adosado a éste, en el Castillo Cimero. El tercero, al este de los otros dos, se ha identificado como encerradero de ganado.mEntre las murallas del segundo y tercer recinto aparece una estructura construida con piedras ciclópeas, compuesta por un lienzo rectilíneo rematado por dos torres cuadrangulares en los extremos que el arqueólogo Cabré llamó, en los años 30 del pasado siglo, el Cuerpo de Guardia. Junto al castro se encuentra la necrópolis de la Osera en la que se han exhumado más de 2.200 tumbas, todas pertenecientes a la II Edad del Hierro, pertenecientes a los siglos IV y III a.C.

Ruta Teresiana 3 - La ruta del confesor

De todos los grandes hombres con los que coincide Santa Teresa en vida, uno de los que más la marcó fue su confesor, San Pedro de Alcántara, cuyos restos reposan hoy en la localidad abulense de Arenas de San Pedro.

El encuentro entre estos dos grandes santos se produce en 1560, en la casa de doña Guiomar de Ulloa. Pedro de Alcántara consolará a Teresa de todas las tribulaciones y dificultades por las que ha tenido que pasar. Desde ese momento, surge entre ambos una profunda y sincera amistad. El fraile será no sólo confesor, sino también consejero de la Santa, orientándola para dar el impulso definitivo de iniciar la reforma del Carmelo con la fundación del Convento de San José.

De San Pedro de Alcántara se habla de la huella de su santidad en esta provincia de Ávila, que solía recorrer descalzo. Caminó sobre las aguas del río Tiétar, e incluso la nieve formó una pequeña cavidad a su alrededor en el Puerto del Pico cuando regresaba de un viaje a Ávila. Todos estos mismos lugares podrá recorrerlos ahora el peregrino que realice esta ruta en pos del Jubileo Teresiano, ruta que tiene un recorrido de unos 118 kilómetros y atraviesa los municipios de El Arenal, Cuevas del Valle, San Martín del Pimpollar, Hoyos de Miguel Muñoz, Navalsauz, Mengamuñoz, Muñogalindo, Padiernos y El Fresno. En este caso, se aúna naturaleza y patrimonio cultural y religioso, con elementos como el convento de San Pedro de Alcántara, en Arenas de San Pedro; la calzada romana del puerto El Pico o las piedras pintadas de Ibarrola, en Muñogalindo.

  • Convento de San Pedro de Alcántara: Fue el último convento que erigió el santo, y donde actualmente reposan sus restos. Se construyó en un sitio apartado en el que había una ermita dedicada a San Andrés del Monte, junto a la cual fray Pedro de Alcántara mandó edificar un pequeño convento para que los frailes se dedicasen a la contemplación y a la vida de penitencia dentro de la línea de ascetismo que él propugnaba entre los miembros de su Orden. La pronta muerte del fundador en esta misma localidad cambió el destino que el fraile extremeño había trazado para este convento y lo convirtió en centro de devoción. En 1972 fue declarado Monumento histórico-artístico nacional.
  • Calzada romana del Puerto del Pico: Subiendo esta imponente montaña de las estribaciones de Gredos, se halla una bella calzada romana que data del siglo I-II AC al siglo V DC. Tiene un enorme valor histórico, pues ha servido para poner en comunicación a través de la sierra a lo largo del tiempo a las tierras llanas de la Meseta Norte con las tierras del Valle del Tiétar, y a través de éste con las tierras de Toledo y Extremadura. Desde sus orígenes ha sido Calzada Romana, Cañada de la Mesta Leonesa Occidental (se iniciaba en Valverde de Mérida, Badajoz, y terminaba en Portilla de la Reina, León). y Ruta de la Carretería (desde el siglo XV). Al valor histórico del camino se añade el valor del trazado y de la conservación de la calzada propiamente dicha en el tramo en que salva los desniveles del Puerto del Pico. Su trazado está formado por tramos rectos, de fuerte pendiente. Desde la parte alta del Puerto, además, el peregrino podrá disfrutar de una imponente vista del llamado Barranco de las Cinco Villas.
  • Piedras pintadas de Ibarrola (Muñogalindo): Ibarrola en Garoza es un proyecto de arte y naturaleza concebido y desarrollado por el pintor y escultor vasco Agustín Ibarrola. El artista desarrolla en esta obra un tratamiento integral del paisaje de la dehesa, estableciendo un diálogo íntimo y profundo entre su leguaje pictórico de vanguardia y la piedra berroqueña, las encinas, la luz y la historia del lugar. El resultado es un sorprendente conjunto compuesto por 115 piedras de grandes dimensiones dotadas de diferentes significados y adecuadas a la visita pública mediante senderos y distintos soportes interpretativos (plano y audioguía).

Ruta Teresiana 4 - Ruta de los caminos y posadas

Este trayecto recorre municipios del Alto Tiétar y la comarca de Alberche-Pinares. Simboliza los viajes de Santa Teresa hasta Toledo, donde tuvo una importante tarea epistolar, en el marco de la reforma del Carmelo que había emprendido previamente.

Tras cinco años en el primer convento fundado: San José de Ávila, años de vida conventual ajustada al régimen primitivo, recibe la visita del P. Maldonado trayéndole noticias de la inmensa labor misionera que se requiere en América. Este itinerario enlaza con el Camino de Santiago de Levante o del Sureste, por el que probablemente transitó la Santa camino de sus fundaciones manchegas.

La ruta comprende 100 kilómetros desde Sotillo de La Adrada, pasando por Casillas, El Tiemblo, Cebreros, San Bartolomé de Pinares, Herradón de Pinares y Tornadizos, hasta llegar también a Ávila. Transcurre por enclaves naturales de gran valor, como el Valle de Iruelas, los puertos de Casillas o El Boquerón. Sin olvidar otros atractivos del patrimonio abulense, como los Toros de Guisando, o el Museo de Adolfo Suárez y la Transición (Cebreros).

Podemos visitar durante la ruta:

  • Monasterio de la Conversión (Sotillo de La Adrada): Este convento se alza en pleno monte para dar cobijo a las hermanas de la Comunidad de la Conversión, un nuevo carisma agustino surgido apenas hace 13 años en el marco de la Nueva Evangelización
  • Valle de Iruelas: Seis mil hectáreas de una desbordante naturaleza, que se desliza desde las cumbres de Gredos hasta las curvas del Embalse del Burguillo. Podrá descubrir la variedad vegetal, donde se encuentran acebos y pinos, tejos y castaños, robles y helechos, cantuesos y peonias.
  • Toros de Guisando: A unos 9 Km. de El Tiemblo, junto a la Cañada Real, en la margen izquierda del arroyo Tórtolas, los cuatro Toros de Guisando son una de las mejores manifestaciones artísticas de la España pre-romana. Se encuentran localizados en el término municipal de El Tiemblo y datan de los siglos II y I a.C. Se trata de cuatro esculturas de toros, tallados en piedra granítica, de 2 metros y medio de longitud, cuyo origen se desconoce. Su significado se asocia a un templo dedicado al dios Tauro, animal de gran fuerza, nobleza y virilidad, que se ha venerado a lo largo de la Historia en muchas culturas; al mirar los cuatro toros al oeste, podrían indicar el cambio de estación por donde se oculta el sol en invierno; o podrían formar parte de la entrada de un centro de culto o centro sagrado. Hay quien los interpreta como símbolos protectores de los ganados. Tienen, además, una importancia historia singular. Este paraje da nombre al conocido como Tratado de los Toros de Guisando.
  • Museo de la Transición: Por haber sido Cebreros el lugar de nacimiento del don Adolfo Suárez, se ha instalado en la localidad, en la iglesia Vieja, situada en la parte alta del pueblo, el Museo Adolfo Suárez y la Transición. Pretende ser un homenaje amplio y con perspectiva nacional, para que las distintas generaciones recuerden, conozcan y aprendan los valores de la Transición, esta etapa fundamental para la definición de nuestra nación; Un homenaje a las personas que lucharon para que la llegada de la Democracia, tras la dictadura franquista fuera posible.

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