La Policía Nacional fue requerida ya que un sujeto estaba amenazando al propietario de un establecimiento y a su familia. A la llegada de los agentes se encontraron con un varón en actitud agresiva, el cual no quería abandonar el establecimiento y además había estado también en otro conocido comercio donde de igual manera había estado alterando a los clientes amenazándoles.
Los agentes trataron de tranquilizarle y convencerle de que abandonara ambos lugares y depusiera su actitud, si bien el ambiente se fue complicando y aumentado la agresividad hacia los agentes llegando a agredir a uno de ellos, por lo que se procedió in situ a su detención como autor de un presunto delito de resistencia y desobediencia y atentado a agente de la autoridad. El detenido deberá dar cuenta de sus hechos ante la autoridad judicial