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Digitalización en la gestión de riesgo

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Según un último informe de Axesor, primera agencia de rating española, durante la época de la crisis económica en España, una de cada cinco empresas se vio obligada a cerrar debido a problemas de liquidez, derivados del impago de facturas por parte de clientes.

Redacción BurgosNoticias 
20/09/2018 - 11:10h.

Datos más globales identifican un total de 500.000 empresas las que se vieron afectadas durante los últimos 10 años por facturas no abonadas, hasta el punto de verse obligadas a cerrar.

La situación legal no ayuda a solucionar esta situación. La ley establece 61 días de periodo de pago para las facturas de la empresa pública y de 30 a 71 días en la empresa privada.

Por estos motivos, la gestión de riesgo se convierte en uno de los elementos más importantes para la mayoría de empresas, que no quieren sufrir problemas en la viabilidad económica de su negocio, por ofrecer crédito a clientes que no pagarán a tiempo.

Las ventajas de la digitalización en la gestión de riesgo

Gracias a las nuevas tecnologías, la gestión de riesgo está mejorando notablemente y, con ella, también el aprovechamiento que disfrutan las empresas que conceden este crédito a los clientes.

Hay principalmente dos elementos que ayudan en esta digitalización de la gestión de riesgo, las estrategias big data y la inteligencia artificial.

Las estrategias big data consisten en el aprovechamiento de la captación masiva de datos. Con estas estrategias es posible adquirir toda la información que se precisa para identificar el riesgo de que un cliente no nos pague las facturas a tiempo, así como muchas otras variables.

Lamentablemente, el análisis de una estrategia big data no es fácil de realizar, precisamente por la ingente cantidad de información. Es aquí cuando entra en juego la inteligencia artificial, para aplicar algoritmos del denominado machine learning y, de forma progresiva, poder ofrecer diagnósticos más útiles conforme pasa tiempo de trabajo.

Las ventajas de la digitalización en la gestión de riesgo han sido confirmadas. Algunas empresas han conseguido alcanzar un 90% de acierto con esta tecnología, lo que en términos económicos supone también una mejora identificada de los ingresos de hasta el 30% y un crecimiento del negocio superior al 15%.

Falta de profesionales especializados en digitalización de gestión de riesgo

Las estrategias Big Data y la inteligencia artificial son innovaciones tecnológicas de gran utilidad, que permiten a las compañías minimizar los riesgos de ofrecer crédito a quien no se debería. Pero tienen un inconveniente y es la especialización requerida de los profesionales que van a poder gestionarlas.

De hecho, la demanda de estos profesionales sigue creciendo conforme las exigencias del mercado reconocen la necesidad de aprovechar esta digitalización en sus procesos. Pero el ritmo de formación de nuevos profesionales especializados sigue sin estar equilibrado.

En consecuencia, los trabajos de Big Data y de desarrollo de inteligencia artificial son de los que mayor oferta laboral presentan actualmente y es de esperar que se mantenga así durante varios años, como mínimo.

A la necesidad de contar con estos profesionales se une la premisa de aprovechar otra innovación digital, la ciberseguridad o seguridad informática, que previene y soluciona problemas de accesos no autorizados a esta información digital, cada vez más valiosa.

Es un ciclo continuo que va en crecimiento. La gestión de riesgo requiere cada vez más de una digitalización de los procesos y análisis, para conseguir mejorar su efectividad. No obstante, esta digitalización también implica a las compañías estar expuestas a ataques digitales, lo que les motiva a confiar en nuevas soluciones como la gestión de bases de datos en la nube.

Sin embargo, este proceso, de nuevo, requiere de profesionales con conocimientos y experiencia, capaces de ofrecer esta transformación digital de todo el trabajo de manera correcta y segura.

Por tanto, mientras la gestión de riesgo poco a poco se va reduciendo, el aprovechamiento de la digitalización revela nuevos problemas que deberán afrontarse, para evitar una reducción en la rentabilidad de la empresa o riesgos aún mayores.

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