En Castilla y León, tres sectores se ven especialmente afectados por la escasez de mano de obra: el industrial -especialmente en las ramas de automoción y metal-, la hostelería y la alimentación. También faltan perfiles para la industria farmecéutica y para el telemarketing.
Dentro del sector industrial, hay dificultades para encontrar mecatrónicos, carretilleros, operadores de puente grúa, técnicos de mantenimiento, electromecánicos y soldadores.
En perfiles como los operarios de grúa falta personal con el carnet y los electromecánicos y soldadores son muy demandados en la comunidad. El avance de los procesos de automatización hace que haya pocos perfiles con formación y experiencia para esta demanda.
Además, en el sector del metal también faltan torneros, plegadores, caldereros y técnicos de CNC. En la automoción, con mucha presencia en Castilla y León, hay dificultades para encontrar fresadores, carroceros, mecánicos, automatistas y técnicos robotistas.
Dentro de la hostelería, hay escasez de camareros y cocineros, especialmente en temporadas altas, y en el sector de la alimentación se echan en falta oficiales para la industria cárnica.
Además, como ocurre en la mayoría de las regiones, cualquier posición administrativa o de atención al cliente para lo que se requiera el conocimiento de inglés, francés, alemán o similares es difícil de cubrir en Castilla y León.
Muchos de estos perfiles industriales han sido deficitarios incluso en los momentos más duros de la crisis, cuando las tasas de paro alcanzaban cifras nunca vistas en España.