La patronal alerta sobre el absentismo, la falta de mano de obra y la pérdida de posiciones en varios indicadores clave
El Comité Ejecutivo de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) ha presentado el balance del año económico con datos que califican de "preocupantes" para la ciudad. El más llamativo es la pérdida de posiciones de Burgos en el ranking nacional de peso industrial: la provincia deja de ser la tercera con mayor porcentaje de industria sobre el PIB y desciende hasta el sexto lugar, con un 32,02 %.
El presidente de FAE, Nacho San Millán, se ha mostrado sorprendido por los últimos datos provinciales, correspondientes a 2022. Guadalajara, Huelva y Soria ocupan ahora las tres primeras posiciones. "Me ha llamado mucho la atención; tenemos que ver y analizar qué es lo que está pasando", ha señalado.
Otro de los indicadores que ha generado inquietud es el descenso de Burgos de un puesto, hasta el octavo, en el ranking de provincias con mayor poder adquisitivo. Solo se sitúa por detrás de las tres provincias vascas, Madrid, Barcelona, Navarra y Asturias.
En cuanto al mercado laboral, desde FAE ponen el foco en dos problemas estructurales: el absentismo y la falta de mano de obra. "Actualmente, para contratar, tenemos que quitarnos los unos a los otros a los mejores trabajadores", ha advertido San Millán.
Las conclusiones del ejercicio 2025 apuntan a un escenario muy similar al de 2024, marcado por la desaceleración empresarial, la inestabilidad económica y la expansión del gasto y del déficit público.
De cara a los objetivos estratégicos de 2026, la secretaria general de FAE, Emiliana Molero, ha detallado una hoja de ruta ambiciosa. Entre las prioridades figuran la modernización institucional de la patronal, la elaboración de un plan estratégico 2026-2030 y el impulso de Burgos como polo industrial en ámbitos como la defensa, la ciberseguridad y las tecnologías avanzadas.
También se incluyen la reducción del absentismo laboral, una respuesta integral a la escasez de mano de obra, el acceso a una energía competitiva que favorezca el crecimiento empresarial, el refuerzo de la cultura emprendedora y de la formación vinculada al tejido productivo, así como la reducción de la presión fiscal empresarial en Castilla y León, con las elecciones autonómicas en el horizonte. Todo ello sin olvidar el impulso a la recuperación de la línea directa Madrid-Aranda-Burgos, una acción "prioritaria" para San Millán.
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