SANIDAD

3 de cada 5 pacientes "engañan" a su médico

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El informe también revela que hasta el 75% de los españoles prefiere acudir antes a la farmacia que a su médico

Redacción BurgosNoticias 
15/12/2018 - 10:16h.

Con la llegada del frío y el invierno a la vuelta de la esquina, son muchos los españoles que han empezado a experimentar sus consecuencias: anginas, resfriados y gripes se encuentran a la orden del día. Un contexto que el comparador de seguros de salud Acierto.com ha aprovechado para analizar cómo nos desenvolvemos ante tales circunstancias. Por desgracia, el estudio pone de manifiesto que la mayoría de españoles prefieren no acudir al médico en estos casos, y que hasta 3 de cada 5 de los que van le "mienten" u ocultan información.

En concreto omiten aquellos datos y hábitos que identifican como perjudiciales para su salud. Y lo hacen por "vergüenza", por el miedo a ser juzgados o porque no desean "recibir lecciones". El porcentaje, que oscila entre el 60% y el 80% según la comunidad autónoma, también incluye aquellos que no admiten su ignorancia respecto de las instrucciones del profesional. Una actitud que, por desgracia, permite a los colegiados hacer bien su trabajo y que acaba repercutiendo negativamente en el propio paciente.

A la farmacia antes que al médico

Por otra parte, hasta el 75% va a la farmacia antes que al médico. El porcentaje, no obstante, varía en función de la "gravedad" que se atribuye a la enfermedad. De hecho, el 35% de los que recurren a este profesional lo hace de forma habitual para "patologías menores". En todo caso y en términos más globales, la media de visitas al médico de los pacientes nacionales ronda las cinco consultas.

La encuesta revela que 7 de cada 10 españoles se automedican cuando les duele la cabeza, y no todos se encuentran correctamente informados ni lo hacen de forma autorresponsable. Tal es así, que muchos recurren al botiquín doméstico, donde hasta el 43% guarda los medicamentos que le sobran para próximas ocasiones (el 46% los lleva a un punto especializado y el resto los tira a la basura) y tampoco revisa su caducidad.

Si hablamos de automedicación, no podemos dejar de comentar que hasta el 11% de los afectados por un resfriado confía en el criterio de sus amigos y familiares, y que más de 1 de cada 5 prefiere seguir las indicaciones del prospecto antes de las que le ha suscrito el médico. El porcentaje asciende al 34% si nos centramos en los que no respetan la dosis indicada. En definitiva dos actitudes que se encuentran estrechamente relacionadas con el nivel de confianza que sienten los pacientes por los facultativos. De hecho, hasta 7 de cada 10 pacientes buscan información por Internet después de ser diagnosticados. No obstante, se observan diferencias por franja de edad. Por ejemplo, son los jóvenes entre 18 y 24 años los que más se automedican.

En el lado opuesto encntramos a aquellos que acuden al médico ante los primeros síntomas de alarma, e incluso motivados por una alerta informativa. Así, 2 de cada 3 médicos han atendido pacientes por bulos de salud cuyo contenido han recibido a través de redes sociales, Internet, WhatsApp u otras personas de su círculo cercano.

Contra la falta de tiempo: un seguro médico

Pero, ¿por qué nos automedicamos o, en todo caso, preferimos acudir a la farmacia? Para el 30% el objetivo es evitar las listas de espera. La falta de concienciación respecto de las consecuencias de la incorrecta administración de fármacos -especialmente los antibióticos, que pueden derivar en resistencias- es otro punto que ha de tenerse en cuenta. Respecto a aquellos que deciden acudir al farmacéutico antes que al médico, el 40% lo hace por falta de tiempo.

Y es que nunca deberíamos sustituir al médico y actuar según nuestro propio criterio. Una buena solución para agilizar todo el proceso es contratar un seguro de salud. Y es que, para empezar, este tipo de póliza permite acceder directamente al especialista; y acelera procesos como operaciones y pruebas. No obstante, puede contar con una pega directamente relacionada con el tema que nos ocupa: las recetas no se encuentran subvencionadas.

Sin embargo, algunos seguros médicos incluyen lo que se conoce como cobertura de farmacia, que cubre parte de los medicamentos y evita al paciente acudir a la seguridad social en busca de las recetas mencionadas. No obstante, existen ciertas limitaciones y especificaciones -cada aseguradora, entre otros, fija la cantidad que reembolsa-. Además, este servicio puede tener carencia y es imprescindible contar con la prescripción del médico.

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