ESTUDIO CIENTÍFICO DE DINOSAURIOS

Reconstruir la vida de los dinosaurios a través de un huevo burgalés

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Imagen del estudio del huevo burgalés | PLOS - Museo de Dinosaurios de Salas

El Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes ha participado en un estudio sobre estructura interna de cáscaras de huevo de dinosaurio, con un equipo internacional y que ha sacado a la luz la vida de un huevo burgalés del cretácico, de unos 70 millones de años.

MUSEO DE LOS DINOSAURIOS | BURGOSNOTICIAS.COM
11/05/2016 - 17:00h.

El Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes ha participado en un novedoso estudio sobre estructura interna de cáscaras de huevo de dinosaurio. La investigación de un equipo internacional liderado por Miguel Moreno-Azanza, de la Universidade Nova de Lisboa (Portugal), y en el que han colaborado investigadores de la Universidad de Zaragoza, el Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes y del CONICET (Museo de Zapala, en Argentina) ha sacado a la luz la curiosa y complicada historia del fósil de una cáscara de huevo, probablemente de un dinosaurio saurópodo. Los fragmentos de cáscara provienen de un yacimiento del final del Cretácico (hace unos 70 millones de años) de Espinosa de la Cervera, en Burgos.

En la investigación de esta cáscara se han usado tecnologías punteras de microscopía que han permitido reconstruir hasta el mínimo detalle la ultraestructura -estructura solo observable con microscopios- de los cristales que forman la cascara de huevo de dinosaurios burgaleses hasta el detalle de las nanomicras (1 nanomicra = 10-13 cm).

La luz de los diferentes microscopios revela una espectacular imagen de la ultraestructura de la cáscara, donde biología, petrología y cristalografía se combinan para formar una visión similar a una vidriera barroca pero construida hace 70 millones de años, y es que a veces la vida imita al arte (y viceversa). Esta imagen ha permitido revelar la naturaleza de unos extraños crecimientos cristalinos que se observaban en estas cáscaras y que se interpretaban como una característica exclusiva de las cáscaras burgalesas. Sin embargo estos crecimientos es el resultado de una alteración secundaría de su estructura cristalina producida cuando los fósiles estaban enterrados.

Este novedoso trabajo ha puesto de relevancia la importancia de un estudio tafonómico detallado de los restos fósiles. La tafonomía es la ciencia que intenta explicar todos los sucesos que afectaron a un resto de un organismo del pasado, desde que el individuo murió hasta que son encontrados sus fósiles en las rocas sedimentarias. De este modo, podemos comprender bien los mecanismos que han llevado a la preservación de los fósiles y hallazgo, antes de realizar interpretaciones de carácter biológico que puedan llevar a error.

En ese sentido hay que recordar que hasta ahora muchas cáscaras de huevos fósiles se interpretaba que eran patológicas o anómalas porque presentaban más de una capa de cristales, lo que dificultaría la eclosión de la cría. Las conclusiones de este trabajo obligan a replantearse estas explicaciones y a estudiar si una estructura extraña en las cáscaras se pueda deber a que sufrieran cambios durante su proceso de enterramiento y transformación en un fósil.

Pero esto solo es una pequeña parte de la historia de estas cáscaras, ya que su estructura fue alterada hasta tres veces durante su fosilización (proceso de conversión del resto de un ser vivo en un fósil después de ser enterrado en los sedimentos). Como si se tratara de una grabadora, la huella de estos cambios ha quedado preservada en la cáscara que ha llegado hasta nosotros desde el final del Cretácico hace 70 millones de años (poco tiempo antes de la extinción de los dinosaurios).

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