El CEO del Burgos C.F. S.A.D., Antonio Caselli ha conseguido algo que ni el alcalde de la ciudad ha logrado y que ni los aficionados podían esperar desde hace mucho tiempo: poner de acuerdo a la mayoría de las partes implicadas en el futuro de la Sociedad, al considerar que lo mejor para todos es que él abandone antes de que desaparezca el equipo. El argentino busca también "conseguir" el dinero para seguir al frente de la entidad deportiva, algo que cada día parece más difícil.
El equipo burgalés atraviesa una situación económica tan preocupante que nos atrevemos a afirmar sin temor a equivocarnos que está en la Unidad de Cuidados Intensivos. Dicho esto, afirmamos también que esa situación puede acarrear hasta el descenso de categoría incluso antes de que finalice la presente temporada. Los Caselli no quisieron reconocerlo en la última Asamblea de la sociedad a la pregunta de un asistente a la misma, pero las acciones de la SAD están pignoradas ante notario hacia otra sociedad, en este caso perteneciente a los antiguos propietarios del equipo.
Este CONFIDENCIAL ha conocido que este lunes a las 12,30 horas estaba prevista una boda civil en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Burgos. La ceremonia finalmente se llevó a cabo, si bien no como los contrayentes hubieran deseado en ese "día tan especial", al menos para ellos.