Esfuerzo sin recompensa para Babieca

Salieron en tromba las de Fernández con un parcial inicial de 10-0 gracias a una buena circulación de balón y una defensa que ahogaba por momentos al equipo charro. Pronto cortarían la sangría las visitantes elevando el nivel de intensidad pero las burgalesas, acertadas desde el perímetro, dominaron un primer cuarto de gran juego y muy bonito para el espectador.

El segundo cuarto se le atragantó a las locales, pudiendo anotar tan solo dos puntos. 10 minutos para olvidar: las numerosas pérdidas de balón -malas decisiones- y un mejorable balance defensivo lastraron a las rojillas que veían además como sus manejadoras de balón iban acumulando demasiadas faltas. Ligera ventaja al descanso para las visitantes (26-30) que dejaba todo en el aire.

La segunda parte estuvo realmente igualada, siempre comandada en el marcador por las visitantes con pequeñas ventajas de entre 2 y 6 puntos. Las burgalesas recuperaron el orden en ataque pero perdonaban muchas canastas fáciles y acumulaban pérdidas de balón evitables, algo que no hicieron las chicas de Salamanca, las cuales dominaron el rebote ofensivo ante la pasividad y la falta de dureza por momentos de las jugadoras de un Univ.de Burgos que seguía condicionado por las faltas personales de sus exteriores y no podía presionar ni correr la pista con comodidad. Una técnica al entrenador local tras un estrepitoso fallo de la pareja arbitral cerraba el tercer acto (36-38).

Con la gasolina justa entraron ambos equipos al último periodo. Las visitantes seguían haciendo pupa en el rebote y las burgalesas se agarraban al partido con más corazón que cabeza, intentando sobrevivir desde la lotería del 6'75. Un triple tras una mala ayuda defensiva parecía sentenciar el choque para la USAL a falta de 3 minutos (43-50) pero las locales subieron las líneas y en un último coletazo llevaron al límite a las charras (51-54), que no perdonarían desde la personal y sellarían una victoria merecida en un duelo emocionante marcado por pequeños detalles que no empañan el generoso trabajo y la buena actitud de todas las jugadoras del Babieca durante los 40 minutos.

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