La Diputación de Burgos también está pendiente de que la Junta de Castilla y León califique la situación económica de la Diputación para que esta Administración pueda salir el plan económico-financiero de la Junta.
Sólo dos alegaciones, las presentadas por Comisiones Obreras con respecto a una determinada valoración de los puestos de trabajo, son las que han llegado hasta los técnicos de la Institución, tras la aprobación inicial del presupuesto de la Diputación, a principios de diciembre.
El presidente de la Diputación Provincial de Burgos, César Rico, ha ironizado sobre los augurios del portavoz del PSOE, David Jurado, quien dijo en el Pleno en el que recibió la aprobación inicial, que habría decenas de alegaciones.
Tras finalizar el periodo de alegaciones ahora los técnicos estudian las alegaciones y en un próximo Pleno se aprobarán de manera definitiva. El presupuesto de la Diputación se aprobaba de manera inicial el pasado 2 de diciembre. Las cuentas de la Diputación para 2020 que ascienden a 115,8 millones de euros.
Unas cuentas que prevén ese gasto que se cubre con las aportaciones del Estado, la Junta de Castilla y León y un préstamo de 14 millones. Para ello, es necesario salir del plan económico financiero del que Rico confía en salir
Precisamente la Diputación de Burgos también está pendiente de que la Junta de Castilla y León califique la situación económica de la Diputación para que esta Administración pueda salir el plan económico-financiero de la Junta, una duda que se disipará en 10 ó 15 días.
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