BATALLA POR LA SUCESIÓN

La dimisión de Rosa Valdeón y las elecciones gallegas marcan la sucesión de Herrera en la Junta

La ya exvicepresidenta de la Junta de Castilla y León estaba considerada como aspirante a suceder a Juan Vicente Herrera al frente del Gobierno autonómico. Con su salida quedan en la contienda el alcalde de León, Antonio Silván, y el de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco. O una tercera vía con un 'tapado' y un nombre ministerial.

A. Vega | Burgos Noticias
13/09/2016 - 18:33h.

Una menos en la carrera sucesoria autonómica. La dimisión este sábado de la ya exvicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón, por triplicar la tasa de alcoholemia tras un incidente de tráfico reabre la batalla por la sucesión de Juan Vicente Herrera al frente de la Junta de Castilla y León. Valdeón, que presentó su dimisión en diferido tras justificar su positivo de una curiosa forma, era una de las aspirantes a heredar el 'trono' del burgalés, junto al alcalde de León, Antonio Silván, y el regidor salmantino y número 2 del PP autonómico, Alfonso Fernández Mañueco.

Cabe recordar que tras perder la mayoría absoluta en mayo de 2015 a Juan Vicente Herrera, 15 años en el cargo de Presidente de Castilla y León, le dio un 'apechusque' en el que dudó si seguir al frente del Gobierno autonómico. Tras unos días de reflexión, un pacto con Ciudadanos y una reunión con Valdeón, Silván y Mañueco decidió seguir gobernando pero dejando la sensación interna de que su tiempo político estaba en el descuento, informan desde ileon.com.

Rosa Valdeón ha visto como se puede pasar en poco más de una semana del cielo al infierno de la cruel política. Con su andanada el viernes 2 de septiembre contra el nombramiento del exministro José Manuel Soria en el Banco Mundial, siendo la primer cargo del Partido Popular en criticarlo, recibió elogios hasta el punto de que el periódico El Mundo de Castilla y León aseguró que era 'La política valiente que prendió la mecha contra Soria'. Pero con su accidente de tráfico y 'pillada' al volante conduciendo triplicando la tasa de alcoholemia, el viernes 9 de septiembre, su carrera política se ha truncado, y sus aspiraciones para suceder a Herrera también. Su principal aval para suceder a Herrera estaba en la figura del consejero de Presidencia y sustituto como vicepresidente y su padrino político, José Antonio de Santiago-Juárez. Aunque parte del PP la consideraban bastante 'quemada' por su puesto de portavoz en un Gobierno que ha tenido complicado gobernar sin mayoría absoluta.

Y con la caída de la zamorana, cuestionada por el PP de su provincia por no dejar también su acta de procuradora autonómica y puesto en la directiva nacional popular, en la liza quedan, al menos, dos contendientes: Silván y Mañueco.

En el Partido Popular de Castilla y León se suele dar por hecho que cuando la situación política tenga cierta estabilidad será el momento de Herrera para anunciar su sucesión. Cabe recordar que el burgalés fue nombrado Presidente sin haber sido el candidato en las elecciones, ya que sucedió a Juan José Lucas cuando éste fue fichado por José María Aznar para el Gobierno central en el año 2001. La falta de Gobierno nacional desde hace un año y los sucesivos procesos electorales habrían retrasado el momento de un nuevo nombre al frente de la Junta.

En la encrucijada de elegir sucesor en el PP apuntan a dos bandos bien definidos de apoyos. El leonés Antonio Silván contaría con el apoyo fundamental del propio Juan Vicente Herrera, quien en febrero de este año en el Hotel Ritz realizó toda una declaración en este sentido. Y de lo que suceda en las elecciones gallegas el próximo 25 de septiembre bien podría depender que las aspiraciones del regidor leonés se materialicen o no. Alberto Núñez Feijoó busca revalidar la mayoría absoluta para poder aspirar a la Presidencia del PP en la era post-Rajoy, algo para lo que cuenta con el aval del propio Juan Vicente Herrera. Este escenario sería el más propicio para que Silván pudiera imponer su candidatura como heredero pese a la falta notoria de apoyos en la sede nacional de Génova.

Porque si de algo presume el salmantino Alfonso Fernández Mañueco es de contar con el aval de la sede nacional del PP en Génova, donde tiene el cargo de Presidente del Comité de Derechos y Garantías nacional. Tanto María Dolores de Cospedal (Secretaria General) como Fernándo Martínez Maíllo (Secretario de Organización y presidente del PP de Zamora) o el valor en alza de Pablo Casado se inclinarían por su nombre. También la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría preferiría que fuera él quien sucediera a Herrera.

Se da la curiosa circunstancia de que ni Silván ni Mañueco ostentan el poder ejecutivo del PP en sus provincias, aunque nadie duda de que obtendrían el apoyo de sus direcciones en la batalla final. En el PP leonés cabe recordar que cuando Isabel Carrasco era Presidenta, y el actual presidente Eduardo Fernández su secretario general, el apoyo de la dirección era hacia Mañueco antes que hacia Silván, cosas de las enemistades de partido.

Carlos Javier Fernández Carriedo, 'el tapado'

La remodelación del Gobierno autonómico para sustituir las funciones de la dimitida Rosa Valdeón vuelven a sacar a la palestra al palentino Carlos Javier Fernández Carriedo, que asume la consejería de Consejero de Empleo. Veterano en la política autonómica lleva años refugiado en las Cortes de Castilla y León como portavoz del PP, cargo que recordemos era el que tenía Juan Vicente Herrera cuando fue elegido por Juan José Lucas como su sucesor. Carriedo podría ser el 'tapado' en la carrera sucesoria autonómica, avalado por su disponibilidad de ser el 'chico para todo' en el PP de Castilla y León. No obstante en el PP consideran que su candidatura sólo es viable si se enconan las de Silván y Mañueco.

La ministra García Tejerina haciendo campaña con el PP leonés en la cita del pasado 26 de junio. | ileon.com
La ministra García Tejerina haciendo campaña con el PP leonés en la cita del pasado 26 de junio. | ileon.com
La ministra Tejerina, una 'tercera vía'

Pero la sucesión de Herrera es también una carrera abierta en la que surgen nombres que se podrían imponer ante el riesgo de que el enfrentamiento entre Silván y Mañueco rompa en dos el Partido Popular de Castilla y León. Y la más nombrada es la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

Aunque García Tejerina, nacida en Valladolid y con lazos familiares leoneses, tiene un perfil eminentemente técnico y escaso poder en el partido, aspira a seguir en la política activa y su nombre no ha dejado de sonar para diversos puestos. En las elecciones de diciembre de 2015 sonó para encabezar la lista al Congreso por su provincia natal, pero acabó siendo vetada por la dirección del PP pucelano, encontrando un hueco en la de Madrid.

En la repetición electoral de junio su nombre salió a la palestra para integrarse en las listas del PP al Congreso por León, tras la vacante generada por la 'huída' del madrileño-ponferradino Manuel Cobo. Su nombre estuvo encima de la mesa para 'airear' las listas populares pero finalmente se mantuvo en Madrid ante la decisión de Herrera de no mover las listas pese a las presiones de Génova.

El hándicap de García Tejerina para suceder a Herrera es que sin elecciones de por medio no podría ser nombrada Presidenta ya que el artículo 26 del Estatuto de Castilla y León especifíca que el Presidente "es elegido por las Cortes de Castilla y León de entre sus miembros y nombrado por el Rey". Ahí está la ventaja competitiva de Silván y Mañueco de una sucesión a mitad de legislatura, que ellos (y Carriedo) si podrían ser nombrados sin necesidad de elecciones. Otra cosa es que sean fieles al partido y no amenacen con un veto si el elegido es el otro. Por cierto, que en una sucesión sin elecciones el PP necesitaría de al menos una abstención para poder cambiar de presidente. Es lo que tienen los nuevos tiempos sin mayorías absolutas.

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