Tal día como hay hace un año, la ciudad de Burgos se levantaba conmocionada con un incendio que destruía por completo la emblemática fábrica de Campofrío, situada en la calle de la Bureba en el polígono industrial de Gamonal-Villímar.
Tal día como hay hace un año, la ciudad de Burgos se levantaba conmocionada con un incendio que destruía por completo la emblemática fábrica de Campofrío, situada en la calle de la Bureba en el polígono industrial de Gamonal-Villímar.
En apenas unas horas se venían abajo los planes de vida de más de 900 trabajadores cuyo futuro laboral quedaba marcado por la incertidumbre.
Esta tragedia fue capaz de movilizar a toda la sociedad civil y política de la ciudad, que desde el mismo momento del incendio puso lo mejor de sí misma para volver a levantar una nueva fábrica lo antes posible.
El propio Presidente del Grupo Campofrío, Pedro Ballvé trasladó el mismo día del siniestro un mensaje de tranquilidad a los trabajadores y al propio alcalde de la ciudad: "Haremos todo lo posible para que en dos años podamos inaugurar la mejor fábrica de Europa".
Fueron meses frenéticos de reuniones entre los directivos de la empresa y representantes políticos para agilizar todos los permisos necesarios para levantar una nueva planta en el mismo solar en el que se quemó la antigua.
Mientras las negociaciones continuaban, los trabajadores se acogían a un ERTE, (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), o bien eran recolocados en otras plantas del grupo situadas en otras localidades de España.
Por su parte, Ayuntamiento y Junta de Castilla y León se implicaban para acelerar todos los trámites y licencias necesarias con el fin de comenzar cuanto antes las obras de la Nueva Bureba.
El Consistorio anunció medidas especiales para eximir a la empresa del pago impuestos, tales como el IBI o el de Construcciones, mientras que el Gobierno regional también puso en marcha iniciativas similares y subvenciones específicas para la empresa.
Fue en abril, cuando la dirección de la empresa presentó el proyecto de la nueva fábrica que se llamaría "Nueva Bureba" y que con una inversión de 225 millones de euros y una producción anual de 100.000 toneladas anuales se convertiría en la fábrica cárnica más moderna de Europa.
El 16 de septiembre se celebraba el acto simbólico de colocación de la 'primera piedra' en la que participaron seis trabajadores de Campofrío que a su vez estuvieron arropados por la totalidad de la plantilla.
En estas últimas semanas las obras de la Nueva Bureba han avanzado a buen ritmo y ya se pueden ver los cimientos de la planta, que para Navidad podrá tener casi completa su estructura principal.
El objetivo es inaugurar la nueva fábrica de Campofrío en noviembre del año 2016. Mientras tanto las ilusiones de los trabajadores de Camp frío seguirán intactas, porque saben que en un año volverán a sus puestos de trabajo que nunca debieron perder.
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