OCU realiza un nuevo análisis de carne picada envasada: seleccionan las mejor y peor valoradas del anterior estudio de 2015, y algunos de los productos más vendidos del mercado. Comprueban que hay mejoría... pero también muchas diferencias entre productos, de entrada, porque la mayoría no es carne picada 100%. Descubre los resultados.
La carne picada es un alimento de consumo habitual, asequible, versátil, permite muchas preparaciones: desde hamburguesas, a albóndigas, boloñesa, pasteles de carne... Lo ideal es pedir al carnicero que la prepare en el momento, pero no siempre es posible. Una opción rápida y cómoda es comprarla en bandejas ya preparadas... pero ¡atento! No todo lo que compras pensando que es carne picada lo es realmente.
Como un consumidor más, desde la OCU han comprado las marcas de carne mejor y peor valoradas de su último análisis, así como las bandejas de venta en los principales establecimientos. Junto a la carne picada envasada, han encontrado también productos que en realidad son preparados de carne picada o "burger meat": no son productos malos, se pueden consumir sin problemas, pero no es lo mismo que la carne picada. ¿Tienes claras las diferencias?
Carne picada 100%. Solo carne, es la única que puede usar esa denominación. Además tiene unos requisitos referidos a la calidad de la carne y cantidad de grasa que son de obligado cumplimiento: en la carne picada, el contenido máximo de grasa es el 20% y la relación colágeno/proteína debe ser del 15%. Con estas cifras se garantiza que la carne cumple unos estándares de calidad.
Preparado de carne picada. En estas elaboraciones la carne picada se mezcla con otros ingredientes (cereales, sal, especias...). En estos preparados debe indicarse claramente cuál es el porcentaje real de carne (que a veces es solo el 70%). A diferencia de la carne picada, la norma no establece en los preparados de carne unos requisitos mínimos de calidad.
Burger Meat. En estos preparados a la carne debe añadirse al menos un 4% de otros ingredientes... y a los cereales, especias, fibra, etc. se le suman además sulfitos y colorantes, otro tipo de ingredientes que lo que consiguen es proporcionar a la mezcla un aspecto más apetecible y alargar su vida. Como cualquier otro preparado, también debe indicar el % de carne que lleva. No hay requisitos de calidad mínimos para el Burger Meat.
Desde la OCU han comprado y comparado 11 muestras de carne y preparados de carne. En conjunto, los resultados son mejores que los que encontraron en su último análisis:
De los 11 productos, 3 son de buena calidad (los dos que son realmente carne picada, El Corte Inglés y Aldi y el preparado de carne de Tradivac). El resto tiene una valoración media, entre ellas hay buenos productos, pero otros deben mejorar bastante tanto en la calidad de la carne, como, muy importante, en el etiquetado.
En general, la carne picada y preparados que se encuentran ahora son mejores que los de hace un par de años: la presión de los consumidores no es ajena a esta mejora.
Destacan del resto, por su francamente buena calidad, los dos productos que son Carne Picada 100%: El Corte Inglés y Campo y Corral de Aldi.
Comparte el podio con ellos un preparado de carne, el de Tradivac: la buena calidad de la carne, la proporción colágeno/proteína, el etiquetado correcto... lo convierte en un producto también recomendable.
En el extremo opuesto están los preparados Burger Meat de Roler, Alipende y Lidl: una carne de pobre calidad, con en el caso de Roler, y el exceso de aditivos generalizado pasan factura a estos productos, los peor valorados del análisis.
Todas las muestras, compradas anónimamente, han sido enviadas a un laboratorio especializado. Allí se han valorado aspectos como:
Calidad de la carne, para determinarlo se tuvieron en cuenta aspectos como el porcentaje de grasa (valoramos muy bien a los que tienen menos de un 10%, bien a los que quedan por debajo del 15% y negativamente a los que superan el 18%), el de proteína, la relación colágeno/proteína, determinante de la calidad de la carne, pues una elevada proporción de colágeno revela que se han usado partes de menos calidad, tendones, cartílagos, fascias...
Higiene. Como la carne picada es un producto frágil desde un punto de vista higiénico, es muy importante valorar su calidad microbiológica. Afortunadamente no se han encontrado patógenos (Listeria o Salmonella), pero sí otros microorganismos, como bacterias aerobias o enterobacterias. En los casos en que los recuentos microbiológicos sean muy elevados, se obtiene una mala valoración al final en este criterio.
Etiquetado. El etiquetado es también un aspecto determinante, pues la denominación del producto o la falta de información clara en el envase induce a error al consumidor, como venían denunciando en su campaña contra Etiquetas Trampa. La carne picada no es una excepción. Revisando la etiqueta de los productos han encontrado fallos, pero solo sale mal parado, en el conjunto del etiquetado, el preparado de Alipende: en el envase destaca la información "100% carne de añojo"... pero en realidad, leyendo la letra pequeña vemos que solo tiene un 89% de carne. Estas afirmaciones "tramposas" inducen a error al consumidor.
Más información en la página web de la Organización de Consumidores y Usuarios.