EDUCACIÓN

Más de la mitad de la niñez refugiada en edad escolar no recibe educación

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Hina Shikhani, refugiada afgana de 21 años, estudia un grado de administración de empresas en la Universidad de Peshawar en Pakistan. © ACNUR

De los 7,1 millones de niños, niñas y adolescentes refugiados en edad escolar, 3,7 millones – más de la mitad- no asisten a la escuela.

Acnur
15/09/2019 - 10:00h.

De los 7,1 millones de niños, niñas y adolescentes refugiados en edad escolar, 3,7 millones – más de la mitad- no asisten a la escuela, de acuerdo con un informe presentado hoy por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

El informe, Reforzando la Educación de los Refugiados en Tiempos de Crisis, muestra que a medida que la niñez refugiada crece, las barreras que les impiden acceder a la educación se vuelven más difíciles de superar: solo el 63% de los niños refugiados van a la escuela primaria, en comparación con el 91% de la niñez a nivel mundial. En todo el mundo, el 84% de los adolescentes reciben educación secundaria, mientras que solo el 24% de los refugiados tienen esta oportunidad.

"La escuela es el lugar donde los refugiados tienen una segunda oportunidad", dijo Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. "Estamos fallándoles a los refugiados al no darles la oportunidad de desarrollar las habilidades y el conocimiento que necesitan para preparar para su futuro".

La fuerte disminución en la matrículación de refugiados entre la escuela primaria y la secundaria es el resultado directo de la falta de fondos para la educación de las personas refugiadas.

Como resultado, ACNUR hace un llamamiento a los gobiernos, el sector privado, las organizaciones educativas y los donantes para que brinden su respaldo financiero a una nueva iniciativa destinada a impulsar la educación secundaria para los refugiados.

"Necesitamos invertir en educación para los refugiados o pagaremos el precio de una generación de niños y niñas condenados a crecer sin poder vivir de forma independiente, encontrar trabajo y ser plenos contribuyentes a sus comunidades", agregó Grandi.

La iniciativa para la educación secundaria se enfocará en la construcción y renovación de escuelas, capacitación de maestros y apoyo financiero a familias refugiadas para que puedan cubrir los gastos relativos a la escolarización de sus hijos.

El informe de este año también pide la inclusión de los refugiados en los sistemas educativos nacionales en lugar de apartarlos en escuelas paralelas no oficiales, y que se les permita seguir un plan de estudios formal y reconocido durante todo el ciclo de educación preescolar, primaria y secundaria.

Así podrán acceder a títulos reconocidos que podrán ser su trampolín hacia la universidad o formación profesional superior.

En la actualidad, incluso si los adolescentes refugiados superan las dificultades y terminan la escuela secundaria, solo el 3% tendrá la suerte de obtener plaza en alguna institución de educación superior. Esto no es nada en comparación con la cifra global del 37%.

ACNUR también está pidiendo un enfoque más realista por parte de las escuelas, universidades y ministerios de educación en relación con la documentación exigida para la inscripción.

A muchas personas refugiadas se las excluye de las aulas porque al huir dejaron atrás sus certificados académicos y de exámenes, así como sus documentos de identificación. Incluso cuando disponen de estos documentos, algunos países de acogida se niegan a reconocer la certificación emitida en el país de origen de los refugiados.

La educación para la niñez refugiada del mundo es una cuestión urgente. A fines de 2018, había más de 25,9 millones de refugiados en todo el mundo, 20,4 millones bajo el mandato de ACNUR. Aproximadamente la mitad tenía menos de 18 años, y millones vivían en situaciones de desplazamiento prolongado, sin apenas esperanzas de regresar su país de origen a corto plazo.

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