Las ópticas han atendido las urgencias durante el estado de alarma, ahora empiezan a dar cita previa y, desde el lunes, dependiendo de qué provincias pasen a la fase 1, abrirán sus puertas de forma generalizada con nuevas normas y controles sanitarios.
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, consciente de la situación extraordinaria que ha causado el virus SARS-CoV-2 en nuestra población y de las extremas necesidades de desinfección que serán necesarias a partir de ahora para evitar los contagios, ha elaborado una completa guía con las recomendaciones necesarias para garantizar una atención correcta y segura en los establecimientos sanitarios de óptica.
Aunque los ópticos-optometristas, como profesionales sanitarios de la salud visual, han estado atendiendo las urgencias en todo momento durante el estado de alarma, las nuevas condiciones aprobadas por el Gobierno de España para el regreso a la "nueva normalidad" exigen nuevas responsabilidades por parte de todos para una transición efectiva y libre de riesgos.
Estado de salud del trabajador y del usuario
Además de los protocolos establecidos por el Ministerio de Sanidad para la incorporación del personal en los centros de óptica, se debe establecer un triaje telefónico entre los posibles usuarios para concertar solo cita previa con las personas asintomáticas y sin riesgo de contagio de COVID-19, para lo que se han establecido algunas preguntas recomendadas, como "¿ha tenido en los últimos 14 días sintomatología como fiebre, tos, disnea, pérdida de gusto y/o olfato?, ¿ha estado en contacto con personas infectadas o con sospecha?, ¿ha pasado la infección?, ¿está en cuarentena?
Una vez concertada la cita, se deberán organizar debidamente las atenciones específicas, teniendo en cuenta cómo y dónde se va a atender al usuario-paciente. Planificar de antemano facilitará actuar con seguridad para, posteriormente, llevar a cabo la desinfección completa de todo lo utilizado, como instrumentos, gafas de prueba, lentes, mentoneras...
Entrada al establecimiento
Una vez que se reciba al usuario en el establecimiento de óptica, habrá que mantener el distanciamiento social mínimo de 2 metros, por lo que el tamaño del local condicionará el número de personas que pueden estar en su interior. Se impedirá la entrada a quien presente síntomas de viriasis o haya estado en contacto de riesgo con un infectado.
Ha de llevarse la protección adecuada, mascarilla y guantes, y efectuar la desinfección de manos a la entrada del establecimiento, para lo cual se dispondrá de solución hidroalcohólica.
Atención al público y de mostrador
El usuario deberá acudir solo en la medida de lo posible, y sólo se permitirá acompañante en casos de estricta necesidad, como personas dependientes o menores de edad. Además, no deberá moverse de la zona específica delimitada y señalada, donde será atendido por un profesional con el material de protección adecuado.
Las monturas y gafas de sol serán mostradas y probadas por el personal del establecimiento y el material utilizado será retirado para su posterior desinfección antes de devolverlo a la zona de exposición.
Se eliminarán, en la medida de lo posible, todos los elementos del mostrador, como expositores, cartelería, etc.
También se establece el posible uso de pantallas protectoras de metacrilato o similar en ciertos aparatos que requieran romper la distancia de seguridad mínima recomendada.
Además de la higiene personal, se pondrán los medios necesarios para garantizar la higiene de los lugares de trabajo, ya que la limpieza y desinfección son importantes medidas preventivas. Es crucial asegurar una correcta limpieza de las superficies y de los espacios, haciendo hincapié en aquellos de contacto frecuente, como pomos de puertas, barandillas...
En resumen, la decana de COOCYL establece las tres líneas prioritarias de actuación para afrontar con seguridad la desescalada de la pandemia:
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