CUIDADOS

La puesta a punto de nuestra salud visual para la conducción es más necesaria que nunca tras el confinamiento

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Foto vía Pixabay

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León recuerda que el 90% de la información que recibe un conductor entra por los ojos, por lo que es esencial una buena visión y una adecuada protección solar para evitar deslumbramientos y reflejos.

Redacción BurgosNoticias 
23/06/2020 - 16:19h.

La Dirección General de Tráfico, consciente del aumento de vehículos que hay en las carreteras españolas en estos primeros días de la llamada "nueva normalidad" tras el fin del estado de alarma, que suprime las restricciones a la movilidad en toda España, ha alertado de los peligros que puede suponer ponerse al volante sin una completa revisión de nuestras capacidades, entre ellas el estado de nuestra salud visual, teniendo en cuenta que hasta el 90% de la información que recibimos llega a través de los ojos.

Entre los peligros a los que ha aludido la DGT se encuentra, precisamente, el llamado "efecto túnel", que tiene que ver con la disminución de la capacidad de visión cuando se alcanzan velocidades elevadas y que, además, se ha visto mermada en gran parte de la población tras varios meses sin conducir. En concreto, Tráfico apunta que si circulamos a 65 km/h nuestro ángulo de visión es de 70º, pero si aumentamos la velocidad a 150 km/h será de tan solo 18º, lo que, unido a la sensación de tranquilidad asociada a varios meses con escasez de coches en las carreteras, aumenta considerablemente el riesgo en la conducción ahora que el tráfico no sólo volverá a su ritmo habitual, sino que se incrementará por las vacaciones de verano.

Ante esta realidad, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) recuerda además que, debido al uso prolongado de las pantallas por el teletrabajo y las comunicaciones familiares y de ocio 'online', "nos hemos estado manejando en distancias muy próximas, y eso, en ocasiones, ha motivado molestias visuales de distinta índole, como dolor de ojos, enrojecimiento, cansancio visual, pesadez de párpados o empeoramiento de la visión", en palabras de la decana de la institución colegial, Inmaculada Aparicio. "¿Somos conscientes de que todo ello puede repercutir a nivel de reflejos en la conducción? Es tan fácil evitar el riesgo como acudir a una óptica de confianza, donde el óptico-optometrista analizará nuestra visión y nos aconsejará", señala.

Sin embargo, de acuerdo con los datos del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), aunque una cuarta parte de los conductores padece alguna anomalía visual, solo la mitad revisa su visión cada año. En concreto, el 46% de los conductores no realiza los controles periódicos anuales; además, el 12% no se protege nunca del sol mientras conduce y el 33% solo lo hace ocasionalmente.

Los problemas visuales que más pueden "pasar factura":

Las cataratas: pueden provocar aparición de borrosidad o sensación de nebulosa que no permita diferenciar bien diversos objetos de la carretera.

Graduación inadecuada: si el conductor no cuenta con una graduación adecuada al defecto refractivo que presenta se dificulta la visión nítida en la distancia lejana, lo que puede provocar un accidente.

Miopía nocturna: con baja luminosidad, la percepción del color no existe, se reduce el campo visual y se produce este fenómeno, que provoca desenfoque de la escena. En la conducción nocturna, hay que tener mucho cuidado con los deslumbramientos de los faros de enfrente, que causan disminución de la agudeza visual, un problema que se acrecienta con la edad, ya que en las personas de hasta 50 años el tiempo de recuperación ante un deslumbramiento central es de 40 a 60 segundos, pero en mayores de esa edad es superior a un minuto.

Recomendaciones para conductores

Revisiones periódicas. Dada la importancia de la información visual que recibimos, es fundamental que la visión esté en el mejor estado posible. No hay que esperar a la renovación del permiso de conducir: conviene visitar al óptico-optometrista al menos una vez al año.

Gafas de sol. En estos días de alta luminosidad y en los momentos en los que haya cambios bruscos de luz, las gafas de sol son imprescindibles. En el caso de llevar gafas graduadas, es necesario que las de sol también lo sean y estén adaptadas a las necesidades de cada uno. Pero hay que tener mucho cuidado con las gafas de sol que se adquieren, ya que el 70% de las que se venden en España no cumplen con las normas de seguridad sanitarias.

Si se utilizan lentes de contacto, aunque tienen filtro UV, resulta imprescindible el uso añadido de gafas de sol para proteger completamente los ojos y el área circundante.

Cuando se circula en motocicletas y ciclomotores, los conductores deben llevar gafas de sol que sean lo suficientemente envolventes para impedir que las partículas de polvo u otros cuerpos extraños penetren en los ojos.

Gafas de repuesto. Si se utilizan lentes de contacto o gafas, es recomendable llevar unas lentes de repuesto en el coche con la misma graduación que las que se usan habitualmente.

Escoger las mejores gafas

Las mejores gafas de sol para conducir son las que tienen lentes polarizadas, que reducen el deslumbramiento y facilitan la visión en días muy luminosos. El asesoramiento de un profesional de la salud visual óptico-optometrista garantiza una elección adaptada a las necesidades de cada usuario.  En el caso de las gafas graduadas, lo más importante es que la graduación esté actualizada. Además, es conveniente que las gafas cuenten con un tratamiento antirreflejante, ya que disminuye los reflejos y los deslumbramientos y se incrementa el contraste.

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