Según han podido conocer el digital Burgos Noticias y Radio Arlanzón (98.6fm) este pasado martes uno de los operarios de la base de helicópteros de lucha contra incendios forestales de la Junta de Castilla y León en Medina de Pomar dio positivo por COVID-19 mediante una PCR.
El trabajador no presentaba síntomas, por lo que acudió a su puesto como peón especializado, integrante de una de las dos cuadrillas helitransportadas que trabajan a turnos, y mantuvo 'contacto estrecho' con cinco compañeros.
Es por este motivo que la Junta se ha visto obligada a aplicar el protocolo correspondiente: suspender con carácter cautelar la prestación de servicios por parte de ambos turnos de cuadrillas helitransportadas, en espera de la realización en los próximos días de pruebas PCR por parte de la empresa a la que pertenecen contratada por la Junta a 5 trabajadores catalogados como de riesgo.
Sin embargo, y debido a la importancia que tiene esta base para atender siniestros de forma rápida, más aún con el aviso por riesgo de incendio forestal anunciado, la base seguirá abierta y el helicóptero continuará operativo en la modalidad de descarga de agua, así como de vigilancia hasta que a la vista de los resultado de los PCR se puedan recomponer los turnos de cuadrilla en los próximos días con personal fuera de riesgo.
Por lo que respecta al personal propio de la Junta de Castilla y León, se realizarán en los próximos días las pruebas PCR a los 4 trabajadores (2 conductores y dos mangueristas) que integran las dos tripulaciones que a turnos trabajan en una autobomba de incendios con sede en la misma base, así como a un Agente Medioambiental de la Comarca medioambiental de Medina.
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