Más de 1.300 estudiantes se han dado cita esta mañana en Burgos para dar comienzo a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), según ha señalado la vicerrectora de Estudiantes, Sara Gutiérrez.
Entre la principal novedad de este año, destaca que la prueba se centra más en la parte competencial y no tanto en la optatividad como en el modelo del COVID. "Pretendemos que la competencialidad se centre en todas las competencias a nivel de pensamiento crítico, creatividad y reflexión del estudiante", ha indicado la vicerrectora.
En cuanto a los horarios, este año serán tres días de exámenes, a diferencia de otras ediciones, mientras que las correcciones contarán con dos revisores y si existe alguna discrepancia de dos o más puntos entre ambas, puede haber una tercera corrección para facilitar la objetividad.
Asimismo, este año, la Universidad de Burgos cuenta con un servicio de atención psicológica destinado a los estudiantes que en la situación de examen, a pesar de ir preparados adecuadamente, sufren "un miedo debilitante que tiene como consecuencia una ejecución académica inferior a la óptima e incluso conductas de evitación", según ha explicado Gutiérrez.
El objetivo principal es reducir o eliminar la ansiedad asociada a las pruebas de evaluación que interfiera significativamente en el rendimiento académico. El programa se desarrollará grupalmente en 8-12 sesiones semanales de 60 minutos de duración a lo largo del segundo semestre.
La consulta de las calificaciones de la PAU estará disponible a partir del 12 de junio en las páginas webs de las universidades públicas de Burgos, León, Salamanca y Valladolid. Finalmente, la celebración de la convocatoria extraordinaria está prevista para los días 1, 2 y 3 de julio y sus notas se conocerán el 8 de julio.