La plataforma critica, además, que "cuando quedan solo cinco semanas para acabar el año" no se sepa nada sobre los planes de futuro de los abonos bonificados para usuarios recurrentes
La Asociación de Usuarios del AVE en Burgos vive con "incertidumbre" las últimas Semanas de 2025. Lo hace, "entre otros muchos asuntos", por la carencia de asientos en días clave y por la "total incertidumbre" sobre qué sucederá con los abonos bonificados a partir del 1 de enero de 2026.
El president de la Asociación, Álvaro Gutiérrez, ha comprobado de primera mano la creciente preocupación entre asociados y otros usuarios recurrentes de servicios ferroviarios desde Burgos. "Cada día somos más los que nos subimos al tren", recuerda. Esto hace que, muchos días, los billetes para el AVE de las 6:40 de la mañana esté lleno, y que el de las 8:06 "tenga cada vez una mayor ocupación".
Sin embargo, "esto no se traduce en un aumento de frecuencias", critica. "Para muchos, el tren de las 6:40 es la única opción de llegar a tiempo al trabajo. Y eso hace que sea cada vez más habitual que, quien necesita adquirir un billete a última hora, se vea ante la imposibilidad de conseguirlo. "Muchos están recurriendo al tren posterior, que está notando también el aumento de usuarios.
Las cifras hablan por sí solas, en solo un año el incremento de usuarios desde Burgos hacia Valladolid o Madrid ha sido notable. "A principios de 2025 lo normal es que hubiera algo más de un centenar de personas subiéndose al AVE en Rosa Manzano. Ahora, la mayoría de días esta cifra está más cerca de los 200 viajeros que de los 150. Incluso se supera", asegura.
Un incremento que sigue al alza y que tiene consecuencias también en el regreso. "Tenemos, en muchos casos, la misma problemática. No es extraño que queden asientos contados en el Alvia que parte de Chamartín a las 17:37 y en el AVE de las 19:53. Muchos días es totalmente imposible hacer un cambio de última hora si por cualquier motivo debes modificar tu hora de salida del trabajo", reconoce. Además, son muchos los usuarios que han solicitado, por escrito, a Renfe un aumento de frecuencias. "En muchos casos, es tan sencillo como que alguno de los trenes que une Valladolid y Madrid conecte también con Burgos", explica. Evitaría problemas de carencia de billetes y largas esperas a muchos usuarios. Entre el Intercity de las 14:46 (15:47 desde campo Grande) y el Alvia de las 17:37 (18:43 en Valladolid) hay 3 horas sin servicios hasta Burgos. Y desde este tren hasta el siguiente y último, el AVE (con salida a las 19:53 de Chamartín y a las 20:50 de Valladolid), más de dos horas. "Son espacios de tiempo muy importantes, máxime teniendo en cuenta la creciente demanda. Muchos de los usuarios que se acercan a la Asociación nos indican que han solicitado este aumento de frecuencias, y no entendemos que, con las cifras en la mano, no se estén tomando ya medidas, antes de evitar la saturación total del servicio", comenta Gutiérrez.
Sin noticias sobre las ayudas al transporte
Por otro lado, la preocupación es también latent con respecto a qué va a pasar a partir del 1 de enero con los abonos bonificados. "Más de 200 personas partimos a diario desde Rosa Manzano hacia Nuestro lugar de trabajo o de estudios. Para nosotros, el tren es fundamental, de él depende Nuestro modo de vida. Y estamos a solo 35 días de entrar en una total incertidumbre", lamenta Álvaro Gutiérrez, president de la Asociación de Usuarios de la Alta Velocidad en Burgos.
Los datos son claros: si las ayudas al transporte decaen, el precio de los viajes mediante el uso de bonos multiviaje se multiplicará por tres (los abonos están, en la actualidad, bonificados en un 50% por el Gobierno de España). Por cuatro si la Junta tampoco prolongara su parte de la subvención (un 25% sobre el precio). "No es un capricho: si los precios se disparan, muchos tendrán que renunciar a su Empleo o que trasladar su residencia", recuerda. "Esta medida ha funcionado. Ha reducido el tráfico de vehículos y ha permitido a muchos burgaleses regresar a su tierra, frenando con ello la despoblación", asevera.
Todo ello hace que, para Gutiérrez, las reivindicaciones que se hicieron llegar en el mes de junio al subdelegado del Gobierno y a los representantes de Renfe estén más vivas que nunca. "Hay asuntos que requieren mucho tiempo, como la conexión con el País Vasco con alta velocidad. Pero otros de nuestros problemas requieren medidas urgentes", dice. "Nos trasladaron un mensaje de optimismo con respecto a la creación de un bono laboral, pero ha passado medio año y no sabemos nada nuevo. Queda un mes para que las ayudas al trasportes dejen de estar operativas, y no sabemos qué plan hay", añade.
Ante esta tesitura, cobra especial importancia, también, la actitud que debe asumir la Junta de Castilla y León. "Al Gobierno regional le exigimos un Plan B. Si el Gobierno de España no prolonga las ayudas, el de Castilla y León debe impulsar medidas alternativas", insiste el presidente de la asociación burgalesa. "Nuestra Comunidad se ha beneficiado de estas medidas. Muchos castellanos y leoneses han regresado a su tierra, y la Alta Velocidad debe ser visto como un elemento vertebrador y estratégico para el futuro de la región", recuerda.
"La Junta debe velar por que se cumplan los compromisos con Castilla y León y por que se mejoren las condiciones de vida de sus habitantes. A este respecto, desde la Asociación de Usuarios de Alta Velocidad en Castilla y León se ha solicitado de manera reiterada una mesa de trabajo Ministerio-Junta para abordar el futuro de las infraestructuras de transporte en la Comunidad.
"Pedimos, tanto al Gobierno central como al regional y sus respectivas oposiciones que tengan altura de miras y dejen de lado la confrontación. El bienestar de los ciudadanos y la búsqueda de una mejor movilidad deben prevalecer sobre luchas entre partidos. Pónganse de acuerdo para ofrecer un sistema viable y de futuro para los usuarios recurrentes del tren", concluye Gutiérrez.
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