HÁBITOS

Una guía de desescalada del tabaco para tratar de contrarrestar su consumo

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Bajo la premisa "Un día más, una calada menos", y aprovechando el proceso que se está siguiendo en España de desescalada del confinamiento derivado de la situación de pandemia de coronavirus, los responsables de esta guía animan a los fumadores a implementar también una deshabituación tabáquica por fases.

Redacción BurgosNoticias 
30/05/2020 - 11:55h.

El consumo de tabaco es uno de los factores más importantes que influyen en la aparición de enfermedades y en el aumento de mortalidad en todo el mundo, siendo una de las principales causas del desarrollo de enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o las enfermedades respiratorias crónicas, entre otras.

Partiendo de esta realidad, RedENT, una plataforma de colaboración integrada por seis entidades de referencia en el ámbito de la salud y que pretende disminuir el número de personas que fallecen prematuramente a causa de las ENT, manifiesta su preocupación por los cambios de hábitos de consumo de tabaco debido al confinamiento.

El confinamiento, asociado a los estados de alarma, y el teletrabajo han provocado que el hogar se haya convertido en el principal espacio de consumo de tabaco. Esta situación ha provocado el aumento del humo ambiental en los hogares de personas fumadoras, con el consiguiente riesgo para la salud de todos sus integrantes, sobre todo si son menores.

Para tratar de revertir esta situación, expertos de RedENT han elaborado una guía de "Fases de desescalada del tabaco", que contiene consejos prácticos y útiles para hacer frente al problema generado por el consumo directo de tabaco y derivados durante el confinamiento y la desescalada, junto a la exposición ambiental que esto supone.

A semejanza del plan nacional de desescalada, la guía contempla un total de 5 fases (de la 0 a la 4)

• En la fase 0 se insiste, sobre todo, en la vinculación que el consumo de tabaco o el vapeo puede tener con la COVID-19, recalcando que el tabaco y otros derivados suponen un aumento del riesgo de transmisión del coronavirus, que los fumadores son más vulnerables a la COVID-19 y que el riesgo de necesitar ventilación mecánica o una cama de UCI debido al COVID-19 es dos veces mayor que los no fumadores.

Además, asumiendo que muchos fumadores no quieran cambiar su hábito, les proponen que, al menos, sigan una serie de precauciones básicas: intensificar higiene de manos antes y después de fumar/vapear, no fumar con guantes ni con la mascarilla en la cara, evitar fumar o vapear cerca de otras personas, no compartir ni pedir a otras personas que compartan cigarrillos, vapeadores, mecheros, etc.

• En la fase 1 se invita al fumador a reducir su espacio de consumo y, sobre todo, a evitar este hábito en su hogar y en espacios pequeños o cerrados, compartidos con más personas, acompañando todo ello con mensajes informativos sobre las consecuencias que tiene la exposición al humo ambiental del tabaco (y otros derivados).

• En la fase 2 se aborda el objetivo fundamental de reducir el consumo, no sin admitir que el tabaco puede ser una herramienta de gestión emocional y que puede estar utilizándose en estos momentos para calmar la ansiedad, el estrés y el aburrimiento. Identificar el consumo que se está haciendo, retrasar el primer cigarrillo del día, no apurar al máximo cada cigarro o hacer un listado de los beneficios de abandonar este hábito son medidas sencillas que pueden ayudar a rebajar el consumo de tabaco o sus derivados.

• La fase 3 afronta directamente el paso definitivo de dejar de fumar. Conocer solo algunos de los beneficios para la salud que ofrece esta decisión es una buena base para consolidar la decisión. Junto a ello, la guía señala tanto recursos web, como guías y teléfonos de ayuda con atención especializada para facilitar la deshabituación.

• La fase 4 es también la fase de la nueva normalidad y, sobre todo, la que acomete un doble reto: afianzar la decisión de dejar el tabaco y evitar la recaída. En este sentido, los expertos de RedENT recuerdan que existen actualmente tratamientos eficaces para dejar de fumar basados en el apoyo de profesionales sanitarios y en algunos casos el uso de tratamiento farmacológicos, así como hay numerosos recursos terapéuticos disponibles a través de App y líneas telefónicas.

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