El Sindicato responde al director de Enfermería del HUBU que las enfermeras no han faltado a su trabajo deliberadamente sino que han sido los profesionales sanitarios más afectados por los contagios en el desarrollo de su trabajo.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Burgos responde al director de Enfermería del Hospital Universitario de esta provincia (HUBU), Carmelo Villafranca, que las enfermeras y enfermeros de este centro sanitario durante la pandemia de Covid-19 han sido la categoría profesional más afectada por el coronavirus, como lo demuestran los datos facilitados por la propia Administración sanitaria y que, por tanto, no han faltado al trabajo deliberadamente o sin justificación.
Según estos datos que publica diariamente la Junta de Castilla y León, del total de trabajadores sanitarios que han contraído el Covid-19, las enfermeras son la categoría profesional sanitaria que más lo ha sufrido, con 463 positivos en la provincia y 335 enfermeras y enfermeros afectados solo en Atención Especializada, de las aproximadamente 1.000 enfermeras que trabajan en este ámbito en la provincia de Burgos.
SATSE Burgos rechaza las afirmaciones realizadas por Carmelo Villafranca a los medios de comunicación en las que afirma que el absentismo ha crecido un 40% en Enfermería en el HUBU en la pandemia porque estas afirmaciones ponen en entredicho la profesionalidad de las enfermeras y enfermeros y menosprecian a estas trabajadoras. Estas profesionales no han faltado al trabajo deliberadamente o sin justificación, sino que se han visto afectadas gravemente por el Covid-19 en el desarrollo de su trabajo.
SATSE Burgos recuerda los duros momentos que han tenido que vivir las enfermeras del Hospital burgalés en estos casi dos años, con unos primeros momentos de la pandemia en que ni siquiera dispusieron de equipos de protección suficientes para desarrollar su trabajo y poniendo en riesgo su vida por lograr que la asistencia a los pacientes no se resintiera.
SATSE Burgos niega que en su información a los medios de comunicación el día 8 de octubre pasado denunciara la anulación de todos los permisos de las enfermeras porque no había personal en las bolsas de empleo, sino que la Gerencia del HUBU era la única de Castilla y León que había decido finiquitar a todas las enfermeras (150) que tomaron posesión de una plaza fija tras la oposición de 2019, pese a que la relación contractual de ellas con el HUBU continuaba y estos enfermeros y enfermeras iban a seguir en los mismos puestos de trabajo.
SATSE Burgos afirmó al respecto que esta circunstancia lo que ha provocado es que las enfermeras y enfermeros afectados no podrán disfrutar de esos días de descanso pendientes, lo que le permite a la Gerencia del HUBU ahorrarse el gasto que supondría contratar a otras enfermeras para sustituirlas esos días de permiso. Por eso mismo, rechaza que ahora, el director de Enfermería del HUBU aluda a que ha invertido 14 millones de euros «en sustituciones de Enfermería».
SATSE rechazaba tajantemente esta decisión de la Gerencia del HUBU sobre todo porque implicaba dejar a estas enfermeras sin el descanso que tienen merecido tras un año y medio especialmente duro debido a la pandemia, justo lo contrario a lo que afirma Carmelo Villafranca.
Respecto a que el hospital burgalés es «atractivo» para los profesionales y que por este motivo se ha incorporado personal de otras comunidades autónomas, como afirma Villafranca, SATSE Burgos sostiene que la realidad desmiente esas afirmaciones, porque la situación es la contraria: las enfermeras y enfermeros lo que encuentran atractivo es marcharse a trabajar a comunidades limítrofes, donde se ofrecen mejores condiciones laborales y profesionales, como es la del País Vasco.
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