Los pisos turísticos (8%), la okupación (6%) y el acoso inmobiliario (6%) son ya algunas de las principales preocupaciones de las comunidades de vecinos de Castilla y León, según recoge el estudio "Efectos de la crisis en comunidades de propietarios" realizado por la aseguradora Mutua de Propietarios en colaboración con la Cátedra de Vivienda de la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona.
Junto a las clásicas inquietudes relativas a la conservación y mantenimiento del edificio (45%); los vecinos molestos (41%); las derramas (36%) o la morosidad (31%), la nueva realidad social trae consigo nuevos problemas.
Y es que, en los últimos cinco años, los problemas graves o muy graves surgidos en las comunidades de propietarios han tenido como origen asuntos que antes no existían, tales como las viviendas propiedad de bancos o fondos (11%); las viviendas vacías (5%), o la okupación (5%).
De acuerdo con el estudio de Mutua de Propietarios y la Cátedra de la Vivienda de la URV, en Castilla y León, donde un 42% de los propietarios vive en comunidades con más de 20 vecinos, un 41% asegura haberse visto afectado mucho o bastante por la crisis. Una situación que se ha materializado en un incremento del impago de cuotas (39%), en la realización de menos reformas (35%), en el cambio a otros proveedores más económicos y en un mayor endeudamiento. De hecho, 6 de cada diez comunidades de vecinos de la Castilla y León afirman contar con vecinos morosos.
La investigación también destaca que los impagos no sólo obedecen a motivos económicos, puesto que un 17% señala que estos se realizan de forma intencionada y un 10% apunta a que se trata de pisos de propiedad bancaria que no hacen frente a las cuotas.
En términos de mantenimiento del edificio, diez años de crisis también han dejado su huella. En un 30% de las comunidades de propietarios castellanoleonesas se han demorado la realización de reformas, siendo la falta de acuerdo entre vecinos (53%) y la escasez de recursos económicos (42%) las principales causas de esta demora.
"La reducción de las partidas destinadas al mantenimiento del edificio ha afectado a la calidad de vida de los vecinos, incrementándose el riesgo de daños a copropietarios o terceros, con su consiguiente responsabilidad civil y sanciones administrativas", afirma César Crespo, Subdirector General de Negocio de Mutua de Propietarios.
En este apartado, hay que destacar que solo un 36% de los encuestados de Castilla y León asegura haber pasado la Inspección Técnica del Edificio (ITE), siendo positivo observar que 7 de cada 10 edificios que han pasado la ITE han implementado las mejoras recomendadas.
En relación a la conservación del edificio, un 89% de los propietarios de Castilla y León prefiere invertir en mantenimiento en vez de esperar a afrontar reformas mayores con posterioridad. De hecho, un 44% de los entrevistados considera que aunque las zonas comunes están bien conservadas, necesitarían alguna mejora. En concreto, el portal (50%), la escalera (41%), la fachada (19%), el ascensor (19%) y la azotea (16%) son las áreas más necesitadas, seguidas del trastero y el garaje.
Pero la rutina en comunidad no es sencilla. El estudio recoge que en un 34% de las comunidades de propietarios castellanoleonesas existen problemas entre vecinos. Los problemas de convivencia (17%), las deudas (14%) y los ruidos (11%) son los más frecuentes en Castilla y León, resolviéndose en su mayoría de forma interna, excepto los asuntos de morosidad, que en un 33% de las ocasiones finalizan en el juzgado.
Estos y otros asuntos se tratan en las reuniones de propietarios que se convocan con desigual regularidad: un 55% de las comunidades de vecinos de Castilla y León sólo realiza la reunión anual de carácter obligatorio y un 15% convoca 3 o más, si bien existe una clara relación entre la asistencia y el número de reuniones: cuantas más reuniones, menos asistencia.