El ex entrador de, entre otros, Partizan de Belgrado y Estrella Roja ha participado en un Campus de tecnificación organizado por el Colegio Marista Liceo Castilla. La cantera es cuestión de paciencia y, para que los chavales sigan adelante, es fundamental un equipo en la élite.
Casi sin voz al acabar, pero con la sonrisa del trabajo bien hecho. Charlamos con Riki Antic nada más terminar el I Campus de Tecnificación de Navidad en Burgos, organizado por el Colegio Marista Liceo Castilla y el grupo de formación Barcelona Pro Basket. Durante tres días, jugadores de entre 8 y 18 años han entrenado al máximo nivel y siempre en contacto con el balón.
Mejorar la técnica, aprender fundamentos básicos del juego, incrementar la coordinación y, sobre todo, pasar muchas (pero muchas) horas de contacto con el balón. Bajo la atenta mirada de Riki Antic, entrenador y formador, los más jóvenes jugadores mejoran su juego en jornadas intensivas de las que salen agotados.
En grupos de trabajo en los que siempre se tiene el balón en la mano, se realizan ejercicios de coordinación botando varios balones a la vez, entradas a canasta, dribling, manejo... toda una variedad de técnicas que el propio Antic ejecuta como si de un jugador más se tratara. Es un hombre de baloncesto, y eso se nota. Cuando nos sentamos a hablar con él está casi sin voz, después de muchas horas dando instrucciones y correcciones a los 50 chavales que ha tenido bajo su mando.
"El entrenamiento de los jóvenes es una ciencia". Así de rotundo se muestra Antic, subrayando que es fundamental atender a cada jugador de una forma personalizada. Además, señala que su método de trabajo está especialmente preparado para eso, ya que cada entrenador atiende un área concreta y puede centrarse en un grupo de jugadores más reducido.
Sobre el método, Riki Antic es muy claro: ya no hay un método serbio o un método español. Su estilo de entrenamiento bebe de los mejores: Dusko Ivanovic, Obradovic, Larry Brown, Gregg Popovich son algunas de sus influencias, destacando, claro está, a Asa Nikolic, todo un referente para los entrenadores serbios.
Cada lugar te exige una forma de entrenamiento. No es lo mismo entrenar en Belgrado o en Barcelona, donde puedes ver a las máximas estrellas de baloncesto mundial, que en Burgos, donde el nivel y cultura del baloncesto son inferiores."Es posible crear una cultura de baloncesto en un lugar como Burgos", aunque Antic reconoce que es necesario un equipo que compita al máximo nivel ya que si no, no hay motivos para progresar: "un jugador puede querer progresas para ir a Madrid, Barcelona o Vitoria a nivel individual, pero no hay un motivo colectivo" y considera importantísimo que haya "una pirámide" que deje a los jugadores salir adelante.
También destaca que se puede ser entrenador sin haber sido jugador de élite. "Yo con 15 años estaba entrenando con el primer equipo del Partián de Belgrado, pero una lesión me hizo retirarme. Sin embargo, con 20 ya estaba entrenando". La dedicación, la formación y la paciencia son fundamentales para un entrenador de cantera, según Antic, además de "no tratar de demostrar que eres el mejor, sino tratar de enseñar".
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