La capital del Bierzo es una ciudad llena de vida que no ha dejado de crecer durante los últimos años. Motor económico y cultural de El Bierzo y segunda ciudad de la provincia es el lugar inmejorable desde el que ir conociendo la hermosa y variada comarca berciana.
Ponferrada cuenta con dos partes bien diferenciadas: el casco histórico, donde se concentran los monumentos y la ciudad nueva, en la que se encuentran los servicios y los comercios de la localidad.
Del casco histórico se puede visitar la Avenida del Castillo a la altura de la Plaza del Temple, junto al Castillo, ya que unos pasos más allá nos encontramos con la pequeña iglesia de San Andrés del siglo XVII.
De nuevo en la plaza, por la calle Gil y Carrasco (autor de la novela romántica historicista, El Señor de Bembibre ) está la Casa de los Escudos donde se ha instalado el Museo de la Radio, gracias al empeño de Luis del Olmo. Al final de la calle se halla la oficina de turismo, y desde allí unos metros más arriba encontramos la Basílica de Nuestra Señora de la Encina, templo renacentista que custodia a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Encina.
Según la leyenda, fue traída desde Jerusalén por Santo Toribio y guardada en Astorga hasta las incursiones musulmanas, cuando por seguridad se decidió enterrarla en una zona apartada, eligiéndose un encinar en el Bierzo. Siglos más tarde, en los años en los que los templarios construían su fortaleza, trabajando los encinares cercanos, fue hallada y convertida en la patrona, tanto de Ponferrada como de toda la Comarca .
Siguiendo por la calle del Reloj puede verse su Torre, lo único que se conserva de la antiguo recinto amurallado de la ciudad, así como la antigua prisión que funcionó hasta 1968 y que alberga el Museo del Bierzo. Al final de esta calle se abre la Plaza del Ayuntamiento de la que salen varias callejuelas medievales que merece la pena recorrer.
Sin lugar a dudas, el monumento más importante de Ponferrada es su Castillo Templario. Por encima de 8.000 m2 de superficie, es uno de los más impresionantes de toda España. De noche iluminado, conserva una magia especial como todo lo que rodea al mito templario, algo que siempre ha caracterizado a esta orden militar cristiana.
El Castillo de Ponferrada, también conocido como Castillo de los Templarios está situado en una colina que domina el río Sil desde sus 60 metros de altura, al borde de una meseta. Se encuentra en el cruce del Camino de Santiago entre León y Villafranca y fue declarado Monumento Nacional Histórico Artístico en 1924.
En el XII, los reyes de León donaron Ponferrada a la Orden del Temple con la misión de socorrer a los peregrinos que pasaran por este territorio. El castillo comenzó a construirse en el siglo XI, y perteneció a los Templarios hasta que, en 1312, se disolvió la orden y pasó a la Corona de León. En 1486 pasó a ser propiedad de los Reyes Católicos. Durante la ocupación francesa de 1811, se encontraba en perfectas condiciones de uso, pero fue mandado destruir para que no cayera en manos de "los gabachos".
El Castillo, hoy en día, es el resultado de ampliaciones y añadidos que van desde la primera cerca de la planta cuadrada de principios del siglo XII, hasta las zonas construidas a finales del siglo XV y principios del XVI. Posteriores incorporaciones, como las caballerizas en 1848, así como reformas llevadas a cabo en el siglo XX han contribuido a la complejidad del mismo, como lo conocemos hoy. Sus escudos y blasones de constructores y ocupantes son el reflejo de sus diferentes etapas.
El Castillo de Ponferrada se considera uno de los más representativos de la vida del Temple y es uno de los modelos de su arquitectura. Consta de un gran recinto poligonal con dobles y triples defensas. La fortaleza tiene doble línea de murallas con diversas torres, a las que se accede cruzando el foso por un puente levadizo.
El palacio o casa grande tiene carácter de residencia. Sus muros son menos gruesos y dispone de más puertas y ventanas que el resto de las construcciones del Castillo Consta de varias dependencias como la sala rica, un mirador con azulejos, la sala de armas, una capilla, una bodega, las caballerizas, el salón, las celdas y los patios. Se encuentra bastante bien conservada, debido a que se han llevado a cabo desde hace años trabajos de mantenimiento.
La torre del homenaje se levanta en la parte izquierda del patio de armas y tiene varias entradas. Cuenta con un puente levadizo. Tiene planta cuadrada y su altura es de 24 metros. Conserva una preciosa inscripción en latín: Si el Señor no protege la ciudad, en vano vigila el que la guarda.
Actualmente el edificio es propiedad del Ayuntamiento de Ponferrada, y se destina a usos culturales y recreativos, con diferentes manifestaciones artísticas, especialmente en verano, y a visitas turísticas.
Acudir a Ponferrada, la capital de El Bierzo y adentrarse en sus calles medievales nos hará revivir la época de los templarios, sobre todo si antes hemos recorrido, de manera tranquila pero intensa su Castillo.
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