Debo advertir que lo de pasarse de listo o de lista tomándonos a los demás por imbéciles es motivo para ingresar en el Cuaderno
En este sentido, primera tarjeta a la procuradora burgalesa del PP Lorena de la Fuente, que ha presidido este año dos corridas en la plaza de toros de Burgos. Algo del todo improcedente tratándose de un espectáculo que depende administrativamente de la Junta de Castilla y León.
A mayor abundamiento, y para mayor inri, una de las corridas presididas por la procuradora ha sido la lidiada por el ganadero burgalés Antonio Bañuelos, ganadería a la que De la Fuente ha prestado servicios de asesoramiento veterinario. Por lo tanto, querida Lorena, quedas apercibida y recibirás la segunda tarjeta si vuelves a presidir otro festejo taurino.
Durante la transición se le colgó a Rodolfo Martín Villa el sambenito de ser un político que no se había bajado del coche oficial desde que en plena dictadura fue nombrado jefe nacional del SEU (Servicio Español Universitario), cargo al que accedió en 1962. Pero lo cierto es que en 1987, cuando estaba nominado para encabezar la candidatura del PDP a las elecciones autonómicas de Castilla y León, Martín Villa protagonizó una súbita espantada y se retiró temporalmente de la política. Mi "alter ego" tuvo ocasión de entrevistarle en 1988 en el despacho que ocupaba como presidente de la empresa Cellophane España.
Por lo tanto, el político leonés había encadenado cargos públicos por espacio de 25 años, que son los mismos que cumple por estas fechas como procurador de las Cortes de Castilla y León el portavoz en fuga del grupo popular, Rául de la Hoz (en fuga hacia el Parlamento Europeo, donde se dispone a resolver en un abrir y cerrar de ojos el problema de despoblación que sufre esta comunidad autónoma que tanto le debe).
Bien es cierto que solo dos años después, en 1989, José María Aznar recuperó a Martín Villa para el PP, partido por el que fue diputado hasta 1997, año en el que desembarcó en la presidencia de Endesa iniciando una larga trayectoria en la empresa privada. Así pues, el prototipo de político longevo sumó 33 años ocupando cargos públicos.
Pues bien, solo en Castilla y León, "El topillo" tiene contabilizados 13 políticos que ya han superado o igualado ese récord. El primero del ranking lo ha superado nada menos en 8 años. Se trata del sempiterno parlamentario nacional Gonzalo Robles, cunero apalancado en las listas salmantinas del PP en todas las elecciones generales celebradas desde 1986, un total de 38 años a los que se añaden otros tres como concejal del ayuntamiento de Madrid. Entre los políticos en activo, el segundo mas longevo es el actual presidente del Consejo de Cuentas, el leonés Mario Amilivia, quien viene encadenando cargos públicos desde 1986.
En el tercer puesto del podio se produce un triple empate a 37 años. Los que llevan en cargos públicos tres vallisoletanos, dos de ellos del PP y uno del PSOE. Los primeros son Tomás Burgos Gallego, actual viceconsejero de Presidencia en la Junta de Andalucía, y Alberto Gutiérrez Alberca, de nuevo concejal en el equipo de gobierno del ayuntamiento vallisoletano, del que fue responsable de Cultura y Urbanismo entre 1991 y 2003. El tercero es el socialista José Francisco Martín, quien antes de incorporarse a la política regional, desempeñó entre 1987 y 1991 la dirección general de Política Económica en el gobierno de Castilla-La Mancha.
En sexta posición tenemos a otro vallisoletano del PP, Ramiro Ruiz Medrano, que acumula 35 años de "servicio" desde que en1989 se estrenara como diputado del Congreso. Y en séptimo lugar empatan a 33 años el diputado salmantino José Antonio Bermúdez de Castro y el procurador por Zamora Óscar Reguera, ambos en el machito desde 1991.
Además de los 8 políticos activos referidos, otros seis ya retirados superan o igualan la marca de Martín Villa. A la cabeza de ellos el soriano Jesús Posada, retirado en 2019 después de 40 años encadenando cargos públicos. Con 36 años lo dejaron otros dos políticos del PP, ambos de la quinta de 1987: Miguel Ángel Cortés y Jose Antonio de Santiago-Juárez, aunque este último sigue pontificando -consejos vendo que para mí no tengo- desde alguna tribuna periodística.
Durante 34 años se prolongó la carrera política de Juan José Lucas, a quien Alfonso Fernández Mañueco agradeció su apoyo elevándole a la hornacina de la presidencia de honor del PP de Castilla y León. Y con 33 años elegido ininterrumpidamente diputado al Congreso por Salamanca abandonó la política el exministro socialista Jesús Caldera, quien, reincorporado a su plaza de funcionario, ejerce en la actualidad como secretario general del ayuntamiento de Ávila. Aunque por encima de todos los anteriores se situaría el socialista burgalés Juan José Laborda si a sus 31 años ininterrumpidos (1977-2008) como senador se suman los 15 (2008-2023) en los que ha permanecido en el Consejo de Estado.
Volviendo a los políticos en activo, 32 años suma el expresidente de la Junta Juan Vicente Herrera, actual consejero del Consultivo, y camino de alcanzar los 30 llevan otros ocho, entre los que se encuentran el actual presidente de la Junta, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ese-eterno-chico-bien-mandado-que-vale-igual-para-un-roto-que-para-un descosido, y el secretario regional del PP, Paco-Paquito-Paquete Vázquez, a la sazón vicepresidente primero de las Cortes.
Con 29 están asimismo los senadores Javier Lacalle y Juan José Sanz Vitorio, la eurodiputada socialista Iratxe García, el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, y el exsecretario del PSOE salmantino Emilio Melero, consejero de Cuentas. Con 28 aparece la inamovible Sandra Moneo, diputada por Burgos desde 1996, y con 25, además del mencionado "guapo de discoteca", los actuales senadores del PP Antonio Silván y Paloma Sanz Jerónimo, así como las antiguas compis en las Juventudes Socialistas Ana Sánchez, vicepresidenta segunda de las Cortes, y Miriam Andrés, actual alcaldesa de Palencia... Y lo mas grande de todo es que a la mitad de los citados no se les conoce ninguna cotización a la Seguridad Social ajena a su actividad política.
Y una advertencia al que ha tenido la ocurrencia/osadía de utilizar la denominación de este blog, "Abriendo el compás", como título de una columna periodística. A mi "alter ego" le molesta que no le contesten sus educados correos y siente especial debilidad hacia los directores de los medios fachosféricos.
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