Burgos incorporará el contenedor marrón en sus pueblos durante la próxima primavera

El presidente de la Diputación, César Rico, se ha reunido con las mancomunidades de residuos de la provincia de Burgos para informar sobre el uso de un nuevo contenedor: el marrón. En esta reunión ha estado acompañado por el presidente del Consorcio de Residuos, Víctor Escribano.

Se trata de una "primera toma de contacto" para explicar el futuro 'verde' de la provincia. Este quinto contenedor está pensado para restos de alimentos, únicamente. Es decir, biorresiduos. Con esta incorporación la Diputación y provincia dan un paso hacia el cumplimiento de la Agenda 2030, que es especialmente exigente con el tratamiento y reciclaje de basuras.

Simultáneamente a esta adquisición, el Consorcio va a comprar cuatro camiones especializados en este residuo, 2.000 contenedores y 104.000 tarjetas. Esto supone alrededor de dos millones de euros. Igualmente, deberán adecuar el vertedero de Abajas para esta labor.

La razón por la que van a comprar tarjetas es que se necesitan para poder abrir la tapa del contenedor, que está sellada. Se pasa por un lector la tarjeta y se permite abrir para desechar los restos, una vez se vuelve a cerrar la tapa se bloquea y no se puede volver a abrir a no ser de que se pase de nuevo una tarjeta. La distribución de estas se llevará a cabo en los municipios. Rico cree que con esto se evita caer en la tentación y se mezclen residuos.

Sin embargo, para ello hace falta una labor pedagógica, ya que de lo contrario, nada impide que una vez pasada la tarjeta, se tire cualquier tipo de basura.

Con este movimiento la institución provincial quiere convertir Burgos en un espacio 'verde' y sostenible y que pueda optar a los Fondos Europeos.

Esperan que en la primavera del próximo año esté operativo el servicio, es un proceso lento ya que la compra por parte del Consorcio de materiales debe cumplir el proceso de contratación.

La implantación del contenedor marrón será obligatoria para municipios de más de 5.000 habitantes en 2022 y para el resto en 2024. Sin embargo, la Diputación se adelanta y ya ha empezado a trabajar en esta línea con los municipios de 300 habitantes. Prueba de ello es la reunión mantenida durante la jornada de este jueves.

En ella han explicado la recogida separada de biorresiduos, su tratamiento, el compostaje doméstico y comunitario y el uso del compost producido a través de estos restos.

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