Vecinas y vecinos del pueblo de Arraya de Oca, representando a la Coordinadora Demanda-Juarros-Montes de Oca entregarán las firmas conseguidas durante la mesa informativa abierta al público situada en el Paseo del Espolón durante el pasado sábado, jornada de reflexión de cara a la cita electoral regional, así como el durante el resto de la semana, con el fin de exigir una moratoria de grandes centrales renovables (fundamentalmente eólicas en nuestra provincia) hasta que exista una legislación marco vinculante para el sector, dada la actual ausencia de regulación que están aprovechando las grandes empresas e inversores financieros para promover una andanada de proyectos de colosales dimensiones, que en la práctica totalidad de casos resultan muy dañinos para las personas que viven en el medio rural y para el medio ambiente y para los valores del paisaje y la economía sostenible.
Se pide igualmente un apoyo normativo y económico para las pequeñas iniciativas de renovables que sí tienen un retorno positivo directo en las familias, agricultores, ayuntamientos y comunidades rurales, sin ocasionar la despoblación y degradación del medio natural.
La mesa informativa se situó en este lugar estratégico de la capital para concienciar a la población urbana de la auténtica tragedia que viven muchas personas habitantes del medio rural en nuestra provincia ante la oleada desmesurada de megaproyectos energéticos de enorme impacto y dimensiones que amenazan su salud y bienestar, sus medios de vida sostenibles, además del bien común tangible e intangible de todas y todos los burgaleses que son el paisaje y los recursos naturales.
Esta avalancha de proyectos ha surgido en medio de un proceso especulativo nacional e internacional que pretende hacer de provincias como la de Burgos un auténtico campo de experimentación con la construcción de enormes centrales eólicas en la proximidad de pueblos y aldeas habitadas. Estas megacentrales, prohibidas, en moratoria o denostadas en el resto de países europeos, se han visto hasta ahora solo en emplazamientos marinos distanciados de la costa, pero en el caso de nuestra provincia, están proyectadas a distancias a veces inferiores a los 500m al casco urbano de algunos pueblos, cuando las propias megaturbinas pueden alcanzar y superar los 220m. La distancia recomendada para evitar ruidos, impacto visual diurno y nocturno, infrasonidos y otras afecciones para las personas la sitúan algunas expertas y expertos en no menos de 10km a zonas habitadas para turbinas de estas dimensiones. La comunidad científica, de hecho, habla en su mayoría de la urgente necesidad de limitar el tamaño de los generadores, la potencia de las centrales y la densidad o número de centrales en un territorio determinado, como es el de la provincia de Burgos, y en especial algunas de sus comarcas.
Arraya de Oca recoge el testigo dejado por Salgüero de Juarros, que llegó a recibir hace dos semanas una firma por minuto en su mesa informativa del Paseo del Espolón, y Mozoncillo de Juarros, otro de los pueblos afectados, continuará con la Mesa informativa mañana sábado 19. La Plataforma por la Defensa de las Merindades también ha sumado sus fuerzas a estos actos.
Esta comarca burgalesa sufre la presencia de una de las mayores densidades de turbinas eólicas del mundo, muy por encima de las proporciones aconsejadas en el Plan Eólico Regional de 2010, el único documento de referencia para Castilla y León, y desafortunadamente, según reconocen desde la sociedad civil de Merindades, también se encuentra entre las comarcas más impactadas por esta nueva avalancha de megacentrales eólicas.
Las vecinas y vecinos de las comarcas de la Demanda, Juarros y Montes de Oca denuncian que la avalancha de renovables en ciernes es mucho más destructiva por potencia y dimensiones y por proximidad a las casas y a los pueblos que la originada hace ahora más de una década.
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