SUGIRIENDO BURGOS

La iglesia blanca

grijalba

A lo largo y ancho de la campiña burgalesa, se atesoran un sinfín de patrimonio artístico, tan excepcional que apenas somos conscientes de su existencia. Y es que uno puede poner todo su empeño, en mostrar y mostrar infinidad de lugares y monumentos excepcionales, pero a veces es complicado, muy complicado, centrarse en uno solo para que de verdad tome fuerza, interés y a la vez, anime a más gente acercarse a conocerlo.

Juan José Asensio
28/02/2024 - 08:36h.

Yo soy el primero que a veces salgo sin rumbo y sin una idea clara de hasta dónde voy a llegar y con ello muchas veces obtengo auténticas sorpresas y alegrías, llegando a lugares realmente excepcionales y que a veces, hasta preparándolo en algunos casos, no soy capaz de seguir el guíón, y me alegro, me alegro, porque a veces son decisiones de un cartel, de un nombre o de la intuición del momento.

Este podría ser perfectamente el caso de Grijalba, una localidad que no está entre esas guías turísticas a las que seguir o no faltar una visita imprescindible, pero que por mi parte, tranquilamente lo incluiría, aunque tengo que decir que llegué sin rumbo y sin una idea clara del destino, ya que en los alrededores existen un sinfín de patrimonio, como antes había comentado, tal vez una de esas razones que me empujó fue seguir el cauce el río Odra, ese que había empezado ya hace un tiempo en Fuenteodra y al que había llegado en numerosas ocasiones a lo largo de otras salidas y viajes a diferentes zonas de la provincia.

Es claramente destacable la importancia que tienen los cauces fluviales en general, esa importancia que tenían en el tiempo y que al final se demostraba en el poblamiento de las gentes de otros tiempos y de lo que, gracias a su aprovechamiento, conseguían sacar adelante en su día a día; podríamos pensar en historias del cauce del río Nilo y de otros pueblos milenarios, pero de momento, prefiero darle un repaso a lo que más cerca tenemos.

Pero retomando el lugar, Grijalba está en medio de la campiña, en medio o rodeada de otros lugares que han tenido o tienen un nombre en nuestra cabeza... Sasamón, Villasandino o los Padilla de Arriba y Abajo o incluso el mismo Melgar de Fernamental, claro... sin grandes vías de comunicación que lleguen a dicha población o fuera de esas rutas milenarias, como la calzada romana segisamon - pisoraca o el Camino de Santiago, quien se acerca a Grijalba tiene que ser porque quiere encontrar una de las iglesias góticas más importantes del país, un monumento declarado bien de interés cultural, una magnífica obra de arte, no solo en su exterior, sino también en su interior y que fue la determinación de la denominación de la misma población,  Ecclesia Alba (Iglesia Blanca) y que se redujo en Grijalba.

A veces salir sin rumbo y encontrarlo en el camino es el objetivo de cada paseo, de cada búsqueda, esos momentos que te sorprenden lo suficiente, como para que mi retina me vuelva aconsejar y repetir el retornar a algunos de esos lugares, porque a veces no es como vas a un sitio una vez, a veces es volver y seguir sorprendiéndote y descubriendo que mirando de otra manera, se consigue algo totalmente diferente y casi hasta nuevo, porque existen lugares que por muchas veces que vuelvas, te sorprenderán de nuevo.

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