SOCIEDAD
Cómo potenciar el sabor de la carne con un buen vino
Se trata de uno de los acompañantes más populares de las comidas. Su calidad está sujeta a muchos factores como el tipo de uva, la edad del viñedo, el clima el suelo o el lugar donde se cultiva
26/11/2023 - 16:24h.
El vino es uno de los acompañantes más populares en las comidas. Distinguir su calidad depende de muchos factores: el tipo de uva, la edad del viñedo, el clima, el suelo o el lugar donde se cultiva. Cada variedad necesita diferentes condiciones, ya que ningún vino es igual a otro.
Con motivo del Día Internacional del Vino, que se celebró el pasado 24 de noviembre, El Capricho de José Gordón, reconoce el vino como algo fundamental en cada uno de sus platos. Su bodega juega un importante papel dentro del restaurante, ya que ofrece a sus visitantes la posibilidad de disfrutar de una de las selecciones más exclusivas de vinos, tanto a nivel nacional como internacional. Su producto estrella, la carne de buey, se presta al disfrute de los amantes no sólo de la carne, sino también de un vino arraigado a las tradiciones de la tierra de León.
Aunque todos sus vinos pueden combinar sin problema, para acompañar la carne de buey Manuel Vado, sumiller de El Capricho, recomienda su vino La Perla. "La frescura que aporta la variedad prieto picudo, junto con un vino delicado, muy aromático, muy largo en boca, es el complemento ideal para desgrasar esos bocados de carne y que nos lleve a seguir disfrutando sin cansar el paladar". Se trata de un tinto valorado con 93 puntos Parker, un sistema de calificación de vinos creada por Robert Parker, un prestigioso y famoso crítico de vino estadounidense, que basa la escala sobre 100 puntos.
¿Cómo se consigue un vino de calidad?
La Bodega El Capricho empezó como un negocio de venta de vino a visitantes y pasajeros. De hecho, el restaurante actual está bajo tierra, ya que, antiguamente, el vino se conservaba en bodegas naturales para beneficiarse de la temperatura y humedad constante.
Desde hace años, la bodega está recuperando los mismos viñedos que el abuelo y padre de José Gordón cultivaron en su tiempo, viejas viñas "en vaso" de prieto picudo, mencía, garnacha y algo de palomino que trabajan a mano, tal como lo hacían sus antepasados. La bodega se encomienda a la generosidad de las arcillas y las gravas de la tierra donde se ubica, que da vinos de finura, elegancia y acidez maravillosas, para obtener de sus cepas compañeros que estén a la altura de sus carnes. Desde el año 2019, su producción es ecológica, lo que implica que no se utiliza ningún compuesto químico en ninguno de los procesos, y para el abonado se usa el propio estiércol de sus bueyes.