La cocinera burgalesa más televisiva del momento, la pequeña Martina, se planta en la final de MasterChef Junior III como una de las candidatas a llevarse el concurso. Destacada por el jurado, siempre con una actitud impecable y siendo la que más veces ha esquivado la prueba de eliminación, será favorita (al menos, para nosotros) para llevarse el título de MasterChef Junior.
Se lo ha ganado. Martina, la burgalesa concursante en MasterChef Junior III, ya está en la final. A tan sólo un paso de ser la ganadora del 'talent show' para jóvenes cocineros, ha sido una de las más destacadas en el concurso y la que más veces ha evitado la prueba de eliminación: hasta tres programas ha visto a sus compañeros sin la presión de jugarse el puesto ante el jurado.
El primer desafío se trabajó por parejas. Junto a Laura, de tan sólo 8 años (y una de las sorpresas del concurso), tuvo que preparar su propio embutido. Para celebrar su la matanza, tuvieron que mezclar la carne, la tripa y las especias. A pesar de las dificultades y el esfuerzo con la manivela, fueron la segunda pareja en longitud al realizar el embutido, por lo que no consiguieron llevarse la bonificacion de cara a la segunda prueba, esta vez sí, entre fogones.
En esta segunda prueba, a Martina y Laura les tocó cocinar patatas rellenas de chorizo, cantarelas (una especie de seta), chalotas (una verdura asiática parecida a la cebolla) y espinacas. No salió todo lo bien que las cocineras querían, porque le echaron azucar al plato y demasiado azúcar, pero, aún así, el plato se llevó 3 puntos, siendo el segundo de los tres más valorado.
Ya en Tenerife, y con la prueba deifinitiva, el equipo de Martina, Lukas y Covadonga tuvo que enfrentarse al reto de llevar una cocina profesional con comandas en tiempo real. Con 30 minutos por pedido, el equipo de la burgalesa tuvo que sacar adelante cinco sandwiches, una pizza y dos ensaladas César en el primer pedido y tres escalopes, cinco perritos calientes y dos ensaladas de pollo, manzana, salsa rosa y almendras en el segundo.
Martina se puso al mando y su pareja con Lukas funcinó muy bien, aunque Covadonga no supo entrar en la dinámica de la pareja. A pesar de la dificultad para coordinar los tiempos de todos los platos y la presión del cliente esperando, Martina se llevó cinco puntazos que la destacaban por encima de los demás y la hacían volar directa a la final junto a Covadonga, mientras veían la prueba de eliminación de sus compañeros.
La final espera ya a la cocinera burgalesa, en la que se enfrentará a Covadonga, Lukas y María... con unos invitados de excepción. Una pista: son reyes, van en camello y vienen de muy lejos...