reportaje

Burgos antes de Burgos

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Bifaces achelenses de la Fábrica de la Moneda y Timbre. Museo de Burgos

Sí, Burgos se fundó en el 884 por el conde Diego Porcelos; pero ¿que había ahí antes de esta fecha? No fueron las tierras de la capital un lugar preferente en la ocupación humana de su espacio durante la Prehistoria y la Protohistoria, e incluso para los romanos porque no era un lugar estratégico. Por el contrario, en épocas celtibérica y romana hubo importantes castros/ciudaddes cerca de Burgos como Deobrígula (Tardajos), Segisamo (Sasamón), Bravum (La Nuez de Abajo/Ubierna), Tritium Autrigonum (Monasterio de Rodilla) y otras cuyos nombres no conocemos como Villavieja de Muño que fue municipium en época romana.

Ignacio Ruiz Vélez
07/05/2017 - 10:30h.
Espada de lengüeta de La Obispa. Museo de Burgos.
Espada de lengüeta de La Obispa. Museo de Burgos.

En los alrededores de Burgos hay importantes yacimientos del Paleolítico (1.2 m.a.-5700 a.C.) en las terrazas del Arlanzón, aguas abajo del Barrio del Pilar; el de Campo de Lilaila cerca de la Cartuja, o el de Villimar cuyos hallazgos corresponden al periodo Achelense. con unos bifaces de hermosa factura.

La presencia del Paleolítico Inferior. está documentada, además, en los alrededores de la ciudad en los yacimientos de Villargamar, Fuentes Blancas, Comendadores, Villacienzo y la Fábrica de Moneda y Timbre. El Paleolítico Medio (130000-40000) está presente en Villafría, Villacienzo y en Cortes con objetos específicos del Musteriense. El Paleolítico Superior sin embargo no está registrado en la ciudad cuando en la provincia tiene una mayor representación..

El Neolítico (5700-3200 a.C.) está representado por un fondo de cabaña encontrada en Villafría situada sobre una terraza del río Arlanzón. Del dolmenismo el referente más próximo lo tenemos en Atapuerca.

Sin embargo, el Calcolítico (3200-1750 a.C.) está presente en el Cerro del Castillo y en otros yacimientos de los alrededores de la ciudad como Villafría, Mojabarbas (Villalonquéjar) y Cótar.) Hay un vacío desde 3200 hasta el 750 a.C., es decir, la Edad del Bronce, salvo algunos hoyos con cenizas, típicos del Bronce Final (1200-750 a.C.),  presentes en Villargamar.

El descubrimiento de un castro de la Edad del Hierro (750-siglo I a.C.) en el Cerro de San Miguel se lo debemos a J. Luis Monteverde. Las excavaciones en el patio del castillo y en el Cerro de San Miguel indican la coexistencia de ambas poblaciones durante esa etapa de la Primera y Segunda Edad del Hierro.

Con el periodo celtibérico (350-siglo I a.C.) se produce un aumento del tamaño de los poblados, una reducción de su número y un aumento de la distancia entre ellos. Esto es lo que explica la pérdida del valor estratégico de ambos cerros de la capital burgalesa convirtiéndose el Castro de Tardajos en el aglutinador de su área de influencia en el que estaban incluidos ambos cerros.

La continuidad en el poblamiento de los núcleos celtibéricos en época romana quiere decir que la transición en estas tierras fue pacífica. Pero los cerros de la capital no tienen importancia para los romanos pero sí sus alrededores: la ciudad/civitas de Deobrígula, en el Castro de Tardajos fue una ciudad importante indígena y romana, pues fue una mansión del Itinerario de Antonino, con un crecimiento urbano y periurbano con villas suburbanas localizadas en Tardajos y en Villarmentero. El oppidum celtibérico de Villavieja de Muño creció en la época romana y probablemente adquirió el rango de municipium (inscripción en una teja). En Castañares la villa romana es del Bajo Imperio, de los siglos IV y V, con un interesante mosaico en el oecus (salón) representando el tema de Meleagro y Atalanta (en el Museo de Burgos).

Quizás el resto romano más importante sea la Vía 34 del Itinerario de Antonino o Vía Aquitana. Ab Asturica Burdigalam que pasaba por el lado norte de la vieja ciudad de Tardajos (tunel de la Autovía) para bajar cerca del río, siempre por su lado derecho, Villalonquéjar y, antes de llegar a lo que luego sería Burgos, pasaba junto a aquellas viejas ermitas de San Martín de la Bodega y Ntra. Sra. de las Rebolledas que estaban junto a la calzada como dicen las fuentes antiguas medievales. Al llegar al Cerro del Castillo, por el barrio de San Pedro la Fuente, y a media ladera (para evitar los pantanos del Barrio de Los Vadillos), seguía hacía el nuevo hospital pasando cerca de Villimar donde se encontraron sus restos al hacer el túnel de Fuente Nueva, continuando hasta Hurones donde apareció un tesorillo de monedas romanas. De allí iba al Alto de la Brújula donde estaba la ciudad de Tritium Autrigonum (Monasterio de Rodilla).

Los visigodos, que usaron en numerosas veces la vieja Vía Aquitana, no dejaron restos de su presencia en estas tierras. Hay que esperar a los comienzos de la Edad Media, cuando cambian los ejes geográficos (antes de este a oeste y ahora de norte a sur) y las estrategias económicas y políticas para que este lugar adquiera un papel de defensa en las comunicaciones que antes nunca tuvo. Pero ya será el año 884 cuando Burgos aparece con dos estructuras defensivas en el Cerro del Castillo, de ahí su nombre en plural.

Impronta de cestería y en una cerámica de Villargamar. Museo de Burgos.
Impronta de cestería y en una cerámica de Villargamar. Museo de Burgos.

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