La diputada provincial de Servicios Sociales y ahora también portavoz por el Partido Popular en la Diputación de Burgos, Inmaculada Sierra,
ha señalado que las obras de las nuevas unidades de convivencia que se están realizando en las residencias de ancianos finalizarán a finales
de este año.
La institución provincial cuenta con cinco centros de las cuales dos están en Fuentes Blancas, una en San Agustín, otra en Oña y
en Miranda de Ebro. Sierra, que ya ha estado al frente de los Servicios Sociales durantelos cuatro años de la anterior legislatura, ha explicado que en lascinco residencias de Burgos hay 792 plazas de las cuales 654 estáncubiertas. Asimismo, hay 21 de ellas bloqueadas por las obras que seestán llevando a cabo para construir nuevas unidades de convivencia.Esta reforma permitirá que se creen pequeños apartamentos dentro decada edificio.
La diputada provincial ha detallado que el objetivo deestas reformas es que los usuarios "tengan un espacio más reducidopara que puedan estar como en su propia casa". Estas unidades de convivencia no superarán las dieciséis personas.
La diputada provincial también ha señalado que hay alrededor de 100 plazas vacantes que se cubren constantemente. Para poder acceder a una de las residencias de la Diputación de Burgos es necesario: estar empadronado en uno de los pueblos de la provincia de Burgos con cierta antigüedad; tener más de 65 años, salvo en casos excepcionales; así como tener un grado de dependencia reconocido por la Junta de Castilla y León.
La portavoz por el Partido Popular ha asegurado que las residencias de la Diputación tienen que estar destinadas cada vez más a los "grandes dependientes", es decir, a aquellas personas que no tienen otra opción que estar en un centro porque su grado es tal que necesitan atención continua.
Sierra ha subrayado que el objetivo de la Diputación es que las personas puedan permanecer en sus municipios el mayor tiempo posible
antes de que acudan a las residencias para reducir la despoblación en la provincia burgalesa. "Es muy duro para alguien abandonar toda su vida en el pueblo por ello intentamos dilatar que permanezcan en sus localidades con otros servicios que también proporcionamos a esas personas", ha destacado.
La Diputación de Burgos dedica alrededor de 22 millones de euros anuales a sus residencias. Sierra ha asegurado que estos complejos son
"básicos para la gente mayor" y además es "una forma de dar trabajo a población rural". "Muchos de sus trabajadores son habitantes del mundo rural", ha puntualizado.
La responsable provincial también ha manifestado que tras cubrir los servicios básicos de las localidades es necesario "poner el acento en
atender a la población". "Estos servicios sociales los tiene que proporcionar la Administración para asegurar la calidad de vida de sus
ciudadanos".