Granell, el último surrealista

Redacción BurgosNoticias 
29/10/2015 - 13:04h.

Hasta el 10 de enero permanecerá abierta una exposición que recorre la vida y la obra de Eugenio Granell, considerado el último de los grandes surrealistas españoles. Incalificable como artista, fue capaz de aunar escultura, pintura, música, cine y pintura además de ser periodista y catedrático de varias universidades. A pesar de ser un "ilustre desconocido" en España hasta su regreso definitivo en 1985, su nombre ocupa por derecho propio un lugar preeminente en la nómina de los principales artistas del surrealismo español, junto a Joan Miró y Salvador Dalí.

55 obras estarán a disposición de los burgaleses en el Cultural Cordón, además de partituras, grabaciones de audio, sus películas y carios de sus libros.

Desde la exposición se añade que, además, la obra de Granell permanecerá en diálogo con otros grandes artistas surrealistas al añadirse obras pertenecientes a Granell de autores como Breton, Péret, Man Ray, Duchamp, Masson, Max Ernst, Wifredo Lam, Picabia, Cesariny o Roberto Matta.

Por todo ello, la exposición se convierte en una gran cita con el surrealismo, convocada por uno de nuestros más grandes, complejos y refinados artistas, trufada de sorpresas y aportaciones originales de los más representativos participantes de este movimiento.

La selección de obra ha querido reunir, en una gran muestra, todas y cada una de las facetas del artista, pero también todos y cada uno de los momentos decisivos en la vida de Granell: sus etapas vitales y sus fases creativas fundidas en un crisol en el que se entremezclan las influencias del surrealismo americano y del surrealismo europeo,  las series de animales fantásticos y metamorfosis en los años cuarenta, las abstracciones orgánicas de los años cincuenta y la recuperación de la figura, salpicada de referencias literarias, desde mediados de los setenta en adelante.

Se trata, en suma, de una selección concebida para acercarnos con absoluta libertad al territorio de la imaginación, el reino que Granell y sus compañeros surrealistas dejaron siempre abierto a cuantos quisieran participar de la utopía, la ilusión, la originalidad y el progreso.