Ya se llamaba así hace más de trescientos cincuenta años. Posteriormente fue conocida por calle de los Chamarileros, pero después recuperó su primer nombre. Recibió este por encontrarse en uno de sus extremos la iglesia de San Cosme, a cuya fachada da frente toda la calle, en la que se encontraba también el Hospital de Santa Ana, perteneciente a la cofradía de San Cosme y San Damián.