MUSEOS CASTILLA Y LEÓN

Descubre el Museo provincial de Ávila

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Foto: Junta de Castilla y León

El Museo de Ávila, formado por la Comisión de Monumentos de la provincia, encargada de salvaguardar el entonces Patrimonio Histórico - Artístico, se inauguró en 1911 en el edificio  "Biblioteca y Museo Teresianos".

Redacción BurgosNoticias 
05/03/2018 - 10:25h.

Desde esa fecha ha peregrinado por diferentes locales hasta llegar a su actual ubicación: la Casa de los Deanes y Santo Tomé, que conforman un compás cultural en la Plaza de Nalvillos de la ciudad.

 

Foto: Junta de Castilla y León
Foto: Junta de Castilla y León

Como institución museística centenaria, también ha pasado por distintas fases. Primero fue un Museo honorífico, con situación precaria en varios edificios -Alcázar, Arco de San Vicente, claustro de la Catedral, capilla de las Nieves- y etapas de embalado. En 1968 adquirió identidad como Museo Provincial.

 

En su misión de recopilar la cultura abulense, el Museo ha ido reuniendo su colección gracias a la aportación de particulares, otras instituciones y especialmente gracias a las piezas encontradas en la actividad arqueológica en la provincia a lo largo de los años.

Entre sus muchos fondos destacan, por su significado:

  • el llamado Fondo Antiguo reunido por los primeros pasos de la Comisión de Monumentos.la colección de Federico García, maestro que involucró a sus colegas en su recolección, a principios del siglo XX.
  • la de Fulgencio Serrano, aficionado del Tiétar, donada por su familia ante su prematura muerte.
  • las piezas conseguidas e investigadas por los eruditos Arsenio Gutiérrez Palacios y Antonio Molinero entre 1930 y 1960.
  • la colección universal del Marqués de Benavites, expuesta en parte en su palacio -"Museo Taurino" y de "Arte Popular"-, que adquirió la Diputación y cedió como lote fundacional.

El edificio principal del Museo es la Casa de los Deanes, palacio renacentista del siglo XVI, donde residieron los deanes de la Catedral, a cuyo barrio pertenecía. El Almacén Visitable del Museo está en la antigua iglesia románica de Santo Tomé.

Foto: Junta de Castilla y León
Foto: Junta de Castilla y León
Piezas destacadas

  • Cerámica del Cerro de la Cabeza (Bascarrabal III/II Milenio): esta pieza representa el auge del Calcolítico en Ávila, documentado en muchos yacimientos. El antes citado ha proporcionado tres centenares de hoyos, excavados en la tierra y colmatados con materiales depositados por los sucesivos pobladores o utilizados como fosas de inhumación. Tiene indicios de una primitiva explotación mineral asociada a los cercanos afloramientos de malaquita, imprescindibles para la metalurgia del cobre.
  • Tumba de un guerrero vettón (El Raso s. IV/III a.C.): en el ritual funerario de los vettones, las cenizas de los difuntos se sepultaban en una urna de cerámica, acompañadas por los instrumentos que podían necesitar en la vida de ultratumba. En la tumba seleccionada, además de vasos de ofrendas, destacan las armas: la espada con vaina ricamente decorada, restos del escudo y la lanza de hierro muy doblada.
  • Verracos de Martinherrero (s.II): las labores agrícolas en el lugar conocido como El Palomar descubrieron tres cistas para cenizas  y cuatro verracos de regular tamaño casi completos, caídos en diversas posiciones, uno de ellos con una inscripción funeraria en el lomo. Su posible adscripción a un panteón familiar muestra unos usos de enterramiento que fusionan elementos vettones y romanos.
  • Tritón de la Villa de Magazos (s.II-III): este grupo escultórico en mármol de Tritón y Nereida, junto con el mosaico geométrico también conservado en el Museo, es todo lo que se conoce de una importante villa romana que existió en Magazos. Se trata de una iconografía muy abundante en las artes decorativas romanas, relacionada con las fuentes o las zonas de baño.
  • Pizarra visigoda de Diego Álvaro (s.VII): la pizarra sirvió de soporte de escritura en la Tardoantigüedad en las zonas donde abunda como roca, supliendo la carestía de pergamino y papiro. Estas piezas documentan distintos aspectos de la vida social en el mundo visigodo, reflejando asimismo que se habla un latín vulgar ya precursor de la lengua romance.
  • Horno de cerámica en el Cementerio Mudéjar de San Nicolás (Ávila, s. XVI): la importante población mudéjar del Ávila Bajomedieval ha dejado numerosos restos en la ciudad. El mejor conocido es el cementerio de San Nicolás, con casi 3.500 esqueletos, multitud de cipos y macabrillas para señalar las tumbas, además de un singular horno de cerámica, construido reutilizando los elementos funerarios cercanos cuando, en 1502, fue prohibido en época de los Reyes Católicos el rito islámico.
  • Tríptico con escenas de la vida de Cristo y de la Virgen (S. XV-XVI): pintura al óleo sobre tres tablas, del estilo flamenco propio de finales del siglo XV. Últimamente se atribuye a Petrus Christus, contemporáneo de Memling. La tabla central reúne en tres escenas escalonadas el Entierro, la Resurrección y la Ascensión de Cristo, flanqueadas por las puertas con las demás secuencias de su vida y de la de la Virgen.
  • Vidriera del Rosetón de la Iglesia de San Pedro (Ávila, s. XVI): las obras de restauración de esta iglesia implicaron la sustitución de algunas porciones de su rosetón. Por ello, pasaron al Museo varios elementos de la vidriera de color, firmada por Arnao el Viejo o su hijo Arnao de Vergara. La obra renacentista que representaba en origen un Apostolado recitando el Credo sufrió múltiples reparaciones y añadidos posteriores.
  • Sepulcro de Bernardino de Barrientos (Zapardiel de la Cañada, s.XVI): la tumba se construyó en la antigua iglesia del Castillo de Serranos de la Torre. Esta obra está atribuida a Vasco de la Zarza, importante escultor del Renacimiento abulense. El sepulcro del caballero, tallado en alabastro, presenta su figura yacente y un frontal heráldico. La imagen es muy semejante a otra del mismo autor que se puede presenciar en la catedral de Toledo.
  • Colodras de Riofrío (Cabezas del Villat y Casasola, s. XIX): también llamadas "cuernas", son uno de los objetos más característicos de la vida de los pastores, que estos fabricaban con el asta vaciada de toros o vacas, decoraba profusamente a punta de navaja con motivos y escenas cotidianos, y que era utilizada como recipiente para todo tipo de líquidos u otros elementos sólidos (pólvora, tabaco, afiladeras, cerillas, etc.).

Horario: De martes a sábado: De octubre a junio: de 10 a 14 y de 16 a 19 horas.De julio a septiembre: de 10 a 14 y de 17 a 20 horas. Domingos y festivos: de 10 a 14 horas. Lunes cerrado.

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