Los consejeros de la Junta ahora vienen a Burgos emparejados

El Quinto Evangelista
22/09/2025 - 11:59h.

Si por Mañueco fuera, los castellanos y leoneses acudiríamos a las urnas en 2030, aunque estoy convencido de que lo haremos antes de ese 15 de marzo, aunque solo sea para demostrar el presidente quien aprieta el botón electoral y sobre todo para salvar el ridículo en el que le dejó el segoviano y que ha servido a toda la oposición para infravalorar a Fernández Mañueco como el líder de su partido en esta Comunidad.

A nivel provincial la noticia ha sido la llegada a Burgos de tres consejeros/as en un espacio de dos días.

El jueves era el turno de la vicepresidenta y consejera de Familia, Isabel Blanco Llamas y de su paisana, la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García Sánchez, que acudieron a los 50 años de Adisseo.

El sábado la cita tuvo lugar en Villadiego, en el Día de la Provincia, hasta donde se desplazó Carlos Javier Fernández Carriedo, consejero de Economía y Hacienda.

Hasta aquí, todo puede parecer que está dentro de la normalidad institucional y política, llegando incluso hasta hacer creer a alguno que la Junta se acuerda mucho de Burgos y nos manda a sus "mejores espadas".

La realidad es muy distinta. Respecto a la visita a la fábrica de Villalonquéjar, este juntaletras sabe de fuentes dignas de todo crédito que en un principio iba a venir exclusivamente la consejera del ramo, es decir la de Industria, Comercio y Empleo.

Al conocer esto, la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala Santamaría "exigió" a la Junta que mandara una representación de "más nivel", porque llegaban los chinos, dueños de la fábrica.

Me pregunto si acaso, estos últimos distinguen la importancia política entre Mañueco, Blanco, García, o cualquier otra persona.

Así se explica que la consejera Leticia tuviera cara de enfado ya que se encontró en todo momento como si fuera un "jarrón chino" que decía Felipe González, o la tarta conmemorativa del evento.

Respecto al acto del sábado en tierras de Carretón (este fenómeno, todos los años pilla para su pueblo algún evento), todavía tiene menos explicación la presencia de F. Carriedo, al que muy acertadamente El Topillo califica como: "ese-eterno-chico-bien-mandado-que-vale- igual-para-un-roto-que-para-un-descosido".

Si Burgos cuenta con un consejero, el de Sanidad, Alejandro Vázquez, que además es el secretario del PP provincial, es decir el que más tiene que mandar después del presidente, Borja Suárez, ¿a qué viene Carriedo?, ¿No será que hay algunos a los que incomoda la presencia de A.Vázquez?, ¿Quieren ningunearlo cara a la lista provincial de las próximas autonómicas?.

Más les valdría a unos cuantos de los dirigentes populares de Burgos centrarse en lo que realmente importa a los burgaleses y dejarse de pedir que vengan consejeros que no aportan nada nuevo, salvo "ni una mala palabra ni una buena acción", que decía José María García en la radio.

Y me pregunto si tal vez no será que estos populares burgaleses se conforman con el abrazo o el beso fácil de un consejero o de una consejera, para después no poder exigirles no sólo lo que se merece Burgos sino incluso algo más.

Seguro que de aquí a marzo el peregrinar de cargos públicos desde Valladolid a Burgos será constante. Vendrán, anunciarán no se el qué, y luego se volverán igual que han llegado. ¡Al tiempo!