El hallazgo de un nuevo individuo en TD6 de Gran Dolina y la conexión estratigráfica con el yacimiento de Penal refuerzan el conocimiento sobre las primeras ocupaciones humanas en Europa
El pasado 20 de junio dio comienzo la 47ª campaña de excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca, bajo la dirección de Juan Luis Arsuaga, José Miguel Carretero, María Martinón-Torres, Marina Mosquera, Ignacio Martínez, Alfonso Benito y Andreu Ollé. A lo largo de varias semanas, más de 300 investigadoras e investigadores han trabajado, distribuidos en tres turnos, en los siguientes yacimientos: Sima del Elefante, Galería, Nivel TD3 y Nivel TD6 de la Gran Dolina, Penal, Cueva Fantasma, ─todos ellos ubicados en la Trinchera del Ferrocarril─; Cueva de El Mirador; asentamiento al aire libre Castrillo Base Aymerich; en los yacimientos de Cueva Mayor: Portalón, Sima de los Huesos y Galería de las Estatuas (interior y exterior); así como en el lavado de sedimentos a orillas del río Arlanzón, a su paso por Ibeas de Juarros (Burgos).
Desde 1978, el Equipo Investigador de Atapuerca (EIA) ha trabajado de forma ininterrumpida en estos yacimientos, contribuyendo de manera fundamental al conocimiento de nuestros orígenes. Un año más, las excavaciones han sido financiadas por la Junta de Castilla y León, y han contado con la participación activa de la Fundación Atapuerca, así como con el apoyo de sus patronos y colaboradores. Además, el equipo se ha alojado en la Residencia Gil de Siloé, en la capital de Burgos, gracias también a la colaboración de la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril
Sima del Elefante
Los resultados de la campaña de excavación de 2025 en Sima del Elefante han sido muy positivos. Se han alcanzado dos grandes objetivos que inicialmente habían sido planteados. En primer lugar, se han continuado excavando la zona superior del nivel TE7, en donde apareció el fósil humano denominado "Pink" en 2022. Esta intervención ha permitido descubrir numerosos restos de fauna y herramientas líticas. En lo relativo a la fauna destaca el hallazgo de restos de caballo, gamo, castor, oso y restos en conexión anatómica de un pequeño carnívoro. La industria lítica descubierta en TE7 durante esta campaña incluye 6 pequeñas lascas talladas con diversas rocas (cuarzo, sílex cretácico y cuarcita), así como un canto rodado de caliza con diversas extracciones. Estos hallazgos nos permitirán conocer mejor las estrategias de subsistencia de los homínidos que ocupaban la sierra de Atapuerca hace aproximadamente 1,3 millones de años.
Por otra parte, se ha culminado la excavación de un sondeo iniciado en 2019 con el objetivo de localizar la base de la secuencia sedimentaria de Sima del Elefante. El pasado año se encontró en este sondeo un par de cantos que podrían corresponder a una antigua terraza del río Arlanzón. La continuación del sondeo durante la campaña de 2025 ha permitido confirmar la existencia de esta terraza fluvial, que podría correlacionarse con la terraza identificada en el interior de Cueva Peluda.
Galería
La campaña de 2025 en Galería se ha centrado en la excavación de la Subunidad GIIb, con una antigüedad de unos 300 000 años. Los trabajos han proporcionado más de 1300 restos faunísticos y una colección de 40 herramientas líticas. Entre la fauna recuperada dominan los restos de ciervos y de caballos, así como de bisontes, tanto infantiles como adultos. En esta campaña, destaca la recuperación de un molar de Cercopithecidae, atestiguando, por primera vez en Galería, la presencia de macaco.
Las herramientas líticas recuperadas fueron elaboradas en una amplia variedad de materias primas (sílex neógeno y sílex cretácico, cuarzo, cuarcita y arenisca). Junto con lascas y percutores, se han recuperado instrumentos retocados de tamaño pequeño y mediano, como raederas y denticulados.
Los resultados obtenidos sugieren que los grupos humanos utilizaron Galería como un lugar de aprovisionamiento de recursos animales, aprovechando los animales caídos a través del conducto vertical que funcionó como trampa natural. Los homínidos consumieron in situ parte de los nutrientes, como sugieren las evidencias de fracturación para consumo del tuétano. Sin embargo, la principal actividad estaba encaminada a eviscerar, descarnar y desarticular las carcasas para facilitar su transporte fuera de la cavidad.
Gran Dolina (TD3)
Un jaguar y dos caballos
A lo largo de 2025 se han logrado avances significativos en la excavación del nivel TD3 de la Gran Dolina, considerado el primer nivel fértil de la secuencia estratigráfica de este importante yacimiento.
Los trabajos de excavación realizados en esta campaña han aportado nuevas evidencias y hallazgos que contribuyen significativamente a los estudios sobre la historia geológica y paleoambiental del yacimiento. Tras un evento catastrófico que provocó el colapso de grandes bloques del techo y las paredes, la cueva habría quedado anegada. Estos bloques fueron recubiertos por una capa estalagmítica con formas de precipitación tipo "coliflor", típicas de ambientes subacuáticos. Posteriormente, con la apertura de la cavidad al exterior, la cueva funcionó como una trampa natural: los animales caían al interior y quedaban atrapados en pozas y charcas, formando lo que hoy conocemos como el nivel TD3.
En este nivel se han recuperado restos de grandes mamíferos que habitaron la Sierra de Atapuerca hace cerca de un millón de años, testimonio de la notable biodiversidad de la época. Se han hallado tanto individuos jóvenes como adultos seniles de herbívoros como caballos, rinocerontes, bisontes y diversos cérvidos. Entre estos últimos destacan dos especies de ciervos gigantes: el Eucladoceros y el Megaloceros. Algunos restos se encuentran en asociación anatómica, lo que sugiere que los animales murieron y se descompusieron in situ tras caer en la cueva.
También se han identificado restos de carnívoros, incluyendo félidos, cánidos y osos. Estos últimos podrían haber accedido al interior a través de galerías secundarias durante periodos de hibernación, falleciendo en la cueva.
Entre los hallazgos más destacados de esta campaña figuran un impresionante cráneo completo de jaguar europeo —clave para futuros estudios paleontológicos—, una mandíbula casi completa de un antepasado del lobo, así como varias mandíbulas de caballo, escápulas, metápodos y falanges de ciervo gigante, restos de bisontes y rinocerontes. Y, cómo no, restos de osos: tanto de individuos infantiles como de ejemplares seniles, que siguen aportando valiosa información sobre una especie descrita en Atapuerca como posible antecesora de los osos de las cavernas.
Estos hallazgos refuerzan la importancia del nivel TD3 para comprender los ecosistemas del Pleistoceno en Europa y subrayan el valor excepcional del yacimiento de la Gran Dolina en el estudio de la evolución faunística y ambiental de la región.
Gran Dolina (TD6)
La campaña de 2025 ha dado continuidad a la tercera fase de excavación en la unidad TD6 del yacimiento de Gran Dolina, iniciada hace dos años. Se trata de la unidad que contiene el conocido Estrato Aurora (TD6.2), donde, en dos periodos anteriores (1994-1997 y 2003-2011) se pusieron al descubierto los restos de un campamento de hace 850 000 años. En él aparecieron alrededor de 180 fósiles humanos junto a una gran cantidad de restos de ciervos, caballos, bóvidos y otros animales, así como un conjunto de herramientas de piedra que habían sido producidas, utilizadas y abandonadas en el lugar. El estudio de estos fósiles permitió documentar el evento de canibalismo más antiguo conocido hasta el momento y, por otra parte, puso de manifiesto una combinación de rasgos anatómicos que llevó a la propuesta, en 1997, de la nueva especie Homo antecessor.
Los trabajos de este año han continuado centrados en excavar el techo de la unidad (denominado TD6.1). En él, se ha documentado una letrina de hienas, con más de 1300 coprolitos (heces fósiles) de este carnívoro, lo cual aporta una singular y valiosa información paleoecológica sobre el momento en el que se dejó de usar la cueva como campamento.
En contacto con la capa de coprolitos, además de algunos huesos de animales, están apareciendo instrumentos de piedra realizados en diferentes materias primas, y un nuevo conjunto compuesto por 10 fósiles de Homo antecessor. En primer lugar, contamos con 2 dientes, que han permitido identificar un nuevo individuo, un adulto joven. Además, tenemos 3 nuevas vértebras, una falange del dedo índice, un fragmento de costilla, y tres fragmentos de huesos de las extremidades. Algunos de estos restos presentan huellas de carnicería en forma de marcas de corte e impactos de percusión derivados de su fracturación para el aprovechamiento de la médula ósea. En definitiva, se trata de nuevas muestras de las prácticas caníbales registradas en TD6. Entre ellas, llama la atención un fragmento de la segunda vértebra cervical o axis de un individuo infantil (de entre 2 y 4 años), que presenta unas marcas de corte derivadas de la separación de la cabeza del tronco.
Los resultados de esta campaña dan fe del riquísimo contenido fosilífero de TD6, con ya 200 fósiles humanos y auguran unas excelentes campañas para los próximos años. Todo ello, sin lugar a dudas, refuerza el interés de la comunidad científica internacional por la investigación realizada por el EIA.
Penal
TD6 al otro lado de la Trinchera
El yacimiento de Penal constituye una acumulación sedimentaria estrechamente relacionada con la de Gran Dolina, hasta el punto de poder considerarse parte del mismo depósito, actualmente dividido en dos por la construcción de la trinchera del ferrocarril a finales del siglo XIX. Si bien en estos momentos se está trabajando en el análisis de muestras para datación por Resonancia Paramagnética Electrónica y Luminiscencia, el hallazgo de la musaraña Dolinasorex glyphodon en sus niveles superiores reforzaría la hipótesis de que toda la secuencia pertenece al Pleistoceno inferior, es decir, anterior a los 780 000 años.
Durante esta campaña se han excavado niveles de diferente antigüedad. Los depósitos más fértiles se concentran en la zona próxima al corte de la trinchera, lo que dificulta su acceso. Por ello, y para intervenir en estas áreas, se utilizó durante una semana un brazo articulado elevado, que permitió recuperar materiales prácticamente aflorantes en superficie, correspondientes al conocido como nivel TP1. En una superficie de apenas cinco metros cuadrados, TP1 ha proporcionado una docena de piezas de industria lítica elaboradas sobre cinco tipos distintos de materias primas: destacan la cuarcita y la cuarzoarenita, aunque también se han identificado útiles en sílex, caliza y arenisca. Esta notable diversidad de materias primas constituye un patrón característico de la especie Homo antecessor, considerada generalista al aprovechar prácticamente cualquier recurso disponible para la fabricación de herramientas.
Respecto a las cadenas de producción, se han documentado cantos de arenisca posiblemente estallados al ser golpeados contra huesos, así como varias lascas, dos de ellas retocadas. Entre estas últimas destaca un denticulado de excepcional factura, realizado sobre una lasca de cuarcita, que presenta varios levantamientos dorsales paralelos, indicativos de una talla organizada del núcleo. Todos estos elementos refuerzan la similitud de este conjunto con la industria atribuida a Homo antecessor, por lo que todo apunta a que podríamos estar excavando una extensión de TD6 al otro lado de la Trinchera, en las proximidades de la antigua entrada de la cueva.
En la zona interior del yacimiento, concretamente en el sector conocido como Titanic, se han excavado niveles inferiores y, por tanto, más antiguos. En los niveles TP6 y TP9 se han recuperado algunos restos de fauna, entre los que destacamos el hallazgo de dientes de oso, lo que confirma el elevado potencial estratigráfico del yacimiento. Se estima una secuencia de hasta ocho metros de sedimentos fértiles, lo que justifica su excavación sistemática en futuras campañas.
Cueva Fantasma
En Cueva Fantasma la excavación se sigue desarrollando en los sectores del yacimiento, el sondeo del sector de entrada de Cueva Fantasma (CF), cuyo tramo superior documenta niveles de ocupación de los neandertales, y en el sector interno o Sala Fantasma (SF), vinculado a un cubil de hienas.
En el sector de entrada de Cueva Fantasma se intervenido en el nivel CF24, de entre 70-100 mil años de antigüedad aproximada. Este nivel, ha aportado un interesante conjunto de útiles líticos entre los que se han identificados raederas y puntas, así como pequeños restos de talla, de sílex, cuartita y arenisca, elaborados con el método de talla Levallois (Paleolítico medio).
Entre los restos faunísticos destaca la acumulación de caballos, con restos pertenecientes a vértebras y articulaciones de las patas y de caballo. Estos huesos presentan marcas de actividad humana (como la fractura para la extracción de médula ósea).
La industria lítica y los huesos intervenidos confirman a este sector como el área de mayor actividad de los neandertales en la cueva, pero sus visitas en esta zona son muy esporádicas.
En el sector de Sala Fantasma, situado en la parte interna de la cueva y el de mayores dimensiones del yacimiento, se ha intervenido en los subniveles SF30A y SF30B. En el área contigua al sector de entrada, se ha excavado la zona vinculada a una antigua charca, en donde aparece una importante acumulación de restos de caballos, sin ningún tipo de marcas. Por su parte el sector más profundo, un cubil de hienas, contiene una gran acumulación de restos de caballos y ciervos, así como un gran bóvido, consumidos, roídos y muy alterados por las hienas. También se han recuperado huesos de hiena, león, entre otros carnívoros. Esta superficie es la más moderna de las tres, pudiendo tener una antigüedad aproximada de unos 50 mil años.
Por último, en el sondeo estratigráfico situado en tramo inferior de CF, la intervención de 2025 ha profundizado en el nivel CF19, y CF 18, destaca la presencia de numerosos coprolitos de hiena gigante (Pachycrocuta) así como restos de herbívoros, desatacando una cornamenta de ciervo (Dama dama), vinculados en el Pleistoceno inferior, en torno al millón de años.
Cueva de El Mirador
Esta campaña la excavación en la cueva de El Mirador se ha llevado a cabo durante tres semanas, con un equipo de diez personas, profundizando en los sondeos abiertos en ambos lados de la cavidad. Se han excavado niveles del neolítico antiguo, con una antigüedad de cerca de 7000 años, ricos en restos de fauna, predominantemente doméstica, y de cultura material, principalmente cerámica e instrumentos líticos y óseos.
Asimismo, se han recuperado restos de plantas carbonizadas entre las destacan semillas de cereales y bulbos. Estos restos forman parte de las actividades domésticas y de gestión del ganado de los grupos que practicaban la ganadería y la agricultura en este entorno.
Tal y como ya habíamos destacado en la campaña anterior, han continuado apareciendo restos de calizas con pigmentos que podrían corresponder a pinturas realizadas en las paredes de la cueva. Este año destaca el descubrimiento de un fragmento de caliza con una serie de trazos realizados con pigmento negro, probablemente carbón.
Durante la campaña se ha implementado un nuevo protocolo, que permite canalizar de manera más precisa los diferentes análisis de microrrestos arqueobotánicos y de química analítica que se realizan sobre las superficies de las cerámicas y materiales líticos con posterioridad, en el laboratorio. Entre estos restos se identifican, sobre las paredes internas de las cerámicas, residuos del denominado "socarrat" que evidencian restos de comida. Con la combinación de la química analítica y el análisis de los residuos en las cerámicas obtenemos información más exacta sobre qué ingredientes se cocinaban.
Cueva Mayor
El Portalón
En El Portalón de Cueva Mayor, desde el año 2014 se está excavando en dos áreas distintas, una correspondiente a momentos de la Edad del Bronce y otra al periodo Neolítico antiguo.
Dentro de la cultura material recuperada en los niveles neolíticos, datados alrededor de hace 7300 años, se encuentra un área de actividad centrada en la realización de decenas de fuegos/hogares para, por ejemplo, el procesado de comida o el tratamiento térmico del sílex a la hora de tallarlo. Entre los animales consumidos destaca la gran abundancia de restos de caballos salvajes, lo que demuestra una gran dependencia aún de la actividad cinegética de estas primeras poblaciones neolíticas, aunque complementen la dieta con el consumo de animales domésticos como ovejas, cabrás y vacas. Además, se encuentran también útiles en hueso como punzones y agujas, algunos elementos de adorno como cuentas de conchas marinas, además de abundantes fragmentos de cerámicas, algunas finamente decoradas. Se han encontrado también abundantes herramientas en piedra como pequeñas láminas de sílex, percutores, molinos, hachas pulidas, etc.
Del conjunto de cultura material correspondiente a la Edad del Bronce, e un nivel entre 3300 y 3600 años, se puede destacar la excavación de un nivel muy rico en restos arqueológicos, con abundantes hogares y una importante cantidad de fragmentos óseos y cerámica lisa junto a otros decorados y de fina factura. La industria lítica está representada por abundantes fragmentos de sílex, cuarcitas y areniscas. La fauna doméstica está representada por ovicaprinos, cerdos y algunos restos de caballo, y la salvaje sobre todo por ciervos y corzos. Como novedad de este año, durante el triado de los materiales recuperados en el proceso de flotación en el río, se han encontrado restos de ratón doméstico - Mus musculus – en estos niveles, lo que podría representar la presencia más antigua de esta especie registrada hasta ahora en la Península Ibérica.
La abundancia de restos en ambos niveles ralentiza la excavación, pero demuestra la intensidad con la que los grupos humanos se asentaron en este enclave durante milenios.
Sima de los Huesos
En la Sima de los Huesos se han empezado a excavar dos nuevos cuadros, lo que hace que el hallazgo de fósiles humanos se demore. La secuencia es siempre la misma. Arriba del todo quedan restos de los sedimentos revueltos por décadas de remociones de aficionados anteriores al proyecto de excavación científica de Atapuerca. Por debajo del nivel revuelto hay un nivel con abundantes fósiles de oso y sin restos humanos. Y más abajo todavía está el nivel que contiene los fósiles humanos. En esta campaña se ha llegado al nivel de los fósiles de oso, de manera que la próxima campaña se podrán excavar ya los sedimentos que contienen los fósiles humanos.
Galería de las Estatuas Exterior
Excavando un antiguo taller de los neandertales
El yacimiento de Galería de las Estatuas Exterior (EE) está enclavado en la ladera suroccidental de la sierra de Atapuerca, justo por encima del yacimiento de la Sima del Elefante. Se comenzó a excavar en la campaña de 2020 y constituye una antigua entrada de cueva, hoy colmatada de sedimentos, que daba acceso a la Galería de las Estatuas de la Cueva Mayor. En EE se han descubierto dos niveles con ocupación humana. El más antiguo ha proporcionado cuatro bifaces que sugieren una antigüedad superior a los niveles excavados en el yacimiento de Galería de las Estatuas interior (alrededor de 110 000 años) y equivalente a los niveles superiores de la Sima del Elefante y del nivel TD10 de la Gran Dolina. Por otro lado, el nivel con ocupación humana más moderno está caracterizado por la presencia de industria lítica de tipo musteriense, la propia de los neandertales.
Durante la campaña de 2025 se ha intervenido en el nivel superior del yacimiento que corresponde a un momento de ocupación por los neandertales. Se han recuperado más de tres centenares de piezas de industria lítica de diferentes tamaños entre las que destacan algunos núcleos que fueron trabajados hasta su agotamiento para la extracción de lascas preformateadas. Estos núcleos son piezas especialmente interesantes, pues permiten a los especialistas reconstruir la estrategia empleada por los neandertales para la extracción de dichas lascas. Destaca también la poca presencia de restos de fauna fósil, lo que sugiere que el nivel excavado en esta campaña puede ser interpretado como un taller en el que se elaboraban las piezas de industria que serían empleadas en otros lugares y no como una ocupación intensa para el consumo de fauna.
Galería de las Estatuas Interior
En Galería de las Estatuas Interior se ha ampliado la excavación tres cuadros por el lado en el que aparecieron dos fósiles humanos de neandertales en campañas anteriores. La ampliación de la excavación obliga a levantar una gruesa costra estalagmita. El nivel superior de la estratigrafía, por debajo del suelo estalagmitico, corresponde a la etapa final del cierre por colmatación de la boca de la cueva y tiene pocos restos arqueopaleontológicos. Ya se ha excavado en los tres cuadros este nivel pobre y se trabaja en uno mucho más rico, aunque todavía por encima de las cotas de los fósiles humanos. Entre los numerosos restos encontrados destaca una falange de león, especie que todavía no había sido encontrada en el yacimiento.
Asentamiento al aire libre 'Aymercih'
Durante esta campaña se ha continuado con el trabajo en uno de los asentamientos al aire libre del entorno de la Sierra. Concretamente en el sitio denominado Aymerich, situado en la Base Militar Cid Campeador, este asentamiento se localiza en un depósito de arroyada conservado en la ladera norte del valle del Arlanzón, desde donde se divisa la vega del río y está atravesada por un estrato terciario con grandes bloques de sílex que proporcionaba un filón de materia prima para la industria de las poblaciones paleolíticas.
Este sitio se abrió el año pasado, recuperándose gran cantidad de material. Este año un equipo de 9 personas han continuado los trabajos, abriendo una cata nueva para estudiar la estratigrafía del lugar y el conjunto de herramientas líticas que alberga. Como resultado de estas dos campañas se han recuperado más de 3000 piezas de sílex neógeno que parecen delatar otra ocupación neandertal al aire libre, que junto con las otras estudiadas estos últimos 20 años conforman el paisaje habitado por estos grupos desde hace cien mil años hasta hace unos 40 000.
Laboratorio de lavado de sedimentos de la sierra de Atapuerca en el río
Durante la campaña de excavación de 2025 de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, se han procesado aproximadamente 12 toneladas de sedimento a orillas del río Arlanzón (Ibeas de Juarros). Como cada año, de los yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril se han recuperado restos que constatan la presencia de todo tipo de pequeños vertebrados: aves, anfibios, reptiles, musarañas, topos, erizos, murciélagos y roedores. Durante la campaña de 2025, los niveles más destacados de los que se ha lavado y tamizado sedimento han sido: los niveles TE6 y TE7 de la Sima del Elefante, los niveles TP1 y TP6-8 y TP9 de Penal, los niveles TD6.1, TD4.2 y TD3.1 de la Gran Dolina, el nivel GIIb de Galería, el nivel 30A de Sala Fantasma y los niveles 18 y 24 de Cueva fantasma. De entre ellos, cabe desatacar por su novedad los hallazgos del nivel GIIb de Galería, donde aparecen una gran cantidad de pequeños vertebrados en triado de los sedimentos (Figura 1), y del nivel 30A de Sala Fantasma, donde se han identificado las especies de topillos Microtus arvalis, M. agrestis y Pliomys coronensis (Figura 2), una asociación típica del Pleistoceno superior. La recuperación de restos de pequeños vertebrados del nivel 30A es de vital importancia para conocer el clima y el ambiente del pasado en el que probablemente se movían las poblaciones de neandertales y Humanos Anatómicamente Modernos en la sierra de Atapuerca. Además, la continuidad de los trabajos en Trinchera Penal ha proporcionado la recuperación de algunos restos de musarañas de tamaño medio, del género Sorex, en el nivel TP1 así como la presencia del murciélago de cueva, Miniopterus schreibersii en el nivel TE 6 de la Sima del Elefante.
20:36
19:11