"El sector agroalimentario de Castilla y León goza de buena salud, como refleja el crecimiento medio de su cifra de producción en los últimos cinco años, que se ha situado en el 7%, a pesar del descenso registrado en el año de la pandemia", ha afirmado hoy en Burgos el presidente de Vitartis, Santiago Miguel, durante la presentación de la 'Estrategia para el fortalecimiento de la industria alimentaria de Castilla y León'
Sin embargo, añadió, "nuestro sector puede asumir un mayor protagonismo y ofrecer más bienestar a la ciudadanía, especialmente en los municipios de mediano y pequeño tamaño". De hecho, recordó que el 45% de las industrias alimentarias de la Comunidad se asientan en municipios de menos de 2.000 habitantes y concentran el 35% del empleo.
En Castilla y León el sector alimentario está integrado por cerca de 2.900 empresas, que generan más de 50.000 empleos, cuya producción anual supera actualmente los 14.300 millones de euros.
Burgos cuenta con el 15% de las industrias alimentarias de Castilla y León, que genera el 18,6% del volumen de ocupados del sector regional, la cifra más alta de las nueve provincias de la Comunidad.
La actividad de las industrias alimentarias burgalesas genera casi el 12% de la producción regional, un porcentaje muy similar al que aportan, en conjunto, al VAB del sector en Castilla y León, que asciende en total a cerca de 3.100 millones de euros.
En este contexto, dijo el presidente de Vitartis, "la publicación de esta Estrategia es una de las aportaciones más importantes que podemos hacer a nuestra cadena de valor y a la Comunidad: compartir con todo el sector y con las instituciones nuestra hoja de ruta para los próximos años".
Afrontar los retos con optimismo
Lainez informó que el estudio parte de un profundo diagnóstico de la industria alimentaria, asentado en su carácter estratégico, y su peso en términos de valor y empleo para la región.
"La industria alimentaria regional —dijo—, pese a la menor dimensión de sus empresas, presenta unos resultados económicos y un estado financiero mejores en Castilla y León que en el conjunto de España, apoyados fundamentalmente por la elevada productividad y competitividad de sus empresas".
Esta situación, añadió Manuel Lainez, "permite afrontar con optimismo los retos que para la industria se han identificado en torno a factores internos y externos que van a marcar su comportamiento futuro, de tal manera que el trabajo concluye proponiendo siete ejes estratégicos a través de los cuales fortalecer la industria alimentaria de Castilla y León".
Visión empresarial
Se trata de una metodología que combina elementos de análisis cualitativos y cuantitativos con las reflexiones de 40 empresarios del sector, representantes de la universidad y centros tecnológicos, así como responsables de distintas entidades y organismos vinculados a la actividad.
Fruto de ello es el diagnóstico del sector, que se describe en la primera parte del informe, en el que se destallan las inquietudes y preocupaciones de la industria alimentaria, tanto en la actualidad como en el horizonte de los próximo cinco años.
Entre ellas, las tres primeras preocupaciones se refieren al impacto negativo del marco regulatorio actual en la actividad, a la enorme dificultad para incorporar el talento que precisan, así como a la preocupación que genera el propio contexto económico general.
La colaboración necesaria
"Queremos trasladar a las entidades e instituciones, y a todos nuestros convecinos de Castilla y León, que la industria alimentaria puede y debe aportar más a la economía regional; y particularmente al progreso y la modernización de nuestros pueblos", dijo Santiago Miguel.
E hizo un llamamiento a la "necesaria colaboración entre instituciones y entidades, cada cual desde su ámbito de responsabilidad, para hacer posible los objetivos de crecimiento de este sector, porque son buenos para Castilla y León, y muy especialmente para el medio rural".
Las claves de la estrategia
"Solamente en este marco de colaboración y confianza será posible alcanzar el máximo rendimiento de los siete ejes en los que se concreta nuestra estrategia para fortalecer el sector a corto y medio plazo".
1) estimular a las empresas para que aumenten su propio tamaño, 2) explicar el atractivo del sector y de nuestro entorno para atraer el talento que necesitamos, 3) asumir los criterios de sostenibilidad para diferenciar el producto y competir mejor, 4) reforzar la inversión en innovación y digitalización, 5) abrir la actividad de las empresas a nuevos mercados, 6) mejorar las infraestructuras de comunicación, transporte y logística anticipándose a necesidades futuras, y 7) gestionar la inestabilidad: contribuir a la generación de un clima de confianza en un contexto regulatorio y económico complejo.