Ha sido una de las últimas en incorporarse a las Denominaciones de Origen de Castilla y León, pese a esto la tradición vitivinícola entre Salamanca y Zamora proviene de siglos de producción de vinos.
En 1988 se realizan los primeros trámites aunque habría que esperar diez años para que fuera otorgado el calificativo "Vino de la Tierra de Arribes del Duero". Esta Asociación unificaba así dos zonas de tradición vitivinícola localizadas entre Zamora y Salamanca, y vinculadas geográficamente por el recorrido fluvial del Duero. En julio de 2007 se obtiene la Denominación de Origen Arribes.
Este marchamo de Calidad viene a reconocer la tradición vitivinícola de la comarca, y ello supone la valoración de variedades autóctonas minoritarias y la reactivación de una zona cuya población sigue manteniendo la ilusión por el cultivo de esos viñedos arraigados en bancales, legado histórico de sus antepasados.
Datos técnicos
Al hablar del clima de Arribes del Duero, conviene primero situar el entorno climático multiprovincial en el que se encuentra, relacionándolo a la vez con el clima general de la Meseta del Duero,
En la Denominación de Origen Arribes, se aceptan las variedades tintas: Juan García y Bruñal, como principales, exclusivas de esta DO, y también la Rufete, Tempranillo, Garnacha y Mencía. Mientras que en blancas están la Malvasía, la Verdejo y la Albillo.
Con estas variedades se permite la elaboración de vinos rosados, blancos y tintos. Respecto a los tinto es obligado para ser Crianza haber estado un mínimo de 6 meses en barrica; Reserva, con un tiempo mínimo de 12 meses en barrica y otros 24 en botella; y Gran reserva, envejeciendo al menos 5 años, de los cuales, 24 meses ha de permanecer en barrica y un paso de 36 meses en botella.
Bodegas
Actualmente, al amparo de la Denominación de Origen, están son las bodegas adscritas, aunque hay varias a las que podemos calificar como de micro bodegas.
Enoturismo
Para realizar este tipo de visitas, un sitio que no puede faltar es el Parque Natural de los Arribes de Duero. Durante más de 120 kilómetros de largo, el río Duero se convierte en la frontera natural entre España y Portugal, y fluye encajonado entre grandes paredes rocosas que alcanzan los 200 metros de altura. Tanto en las provincias de Salamanca y Zamora como en la orilla portuguesa, este parque nos deja impresionantes imágenes, como las que ya propusimos tiempo atrás en uno de nuestros reportajes, "Los Arribes del Duero: miradores espectaculares"